Mi primer viaje a Sudamérica, Perú
La surfera gijonesa relata su experiencia en el GirlsPro de San Bartolo.
Me siento delante de una página en blanco para intentar explicar las sensaciones con las que he regresado a Gijón después de haber estado en Perú. Lo cierto es que me pongo a recordar cosas de aquel país y no sé por donde empezar. Vuelvo a mi casa con la intención de regresar a un lugar que me ha causado una grata impresión, como en cada viaje que hago la gente es de lo mejor que te puedes encontrar, el clima con el que hice surf fue idóneo, las olas, la gastronomía... un contexto idílico para albergar un campeonato cuya organización ha rozado la perfección desde el primer día hasta el último.
La aventura comenzó en Madrid, en Barajas cogí un vuelo que duró cerca de 12 horas. Había organizado el viaje para llegar la misma noche que mi amiga Maud Le Car. Las dos reservamos el mismo hotal, el H110 en la playa norte de San Bartolo fue nuestra casa durante los 12 días que estuvimos allí. Lo mejor del lugar es que desde las habitaciones teníamos vistas a todas las olas del lugar por lo que con solo abrir la ventana podíamos realizar el cheking a primera hora de la mañana.
Llegamos una semana antes del campeonato para entrenar en la ola en la que se iba a desarrollar la competición. Durante los siete días previos al campeonato seguimos la misma rutina.
A las 5.30 horas sonaba el despertador y media hora más tarde ya estábamos en el agua. Una hora y media después de comenzar el primer baño del día desayunábamos para coger fuerzas. No llegaban a ser las 10.00 horas y ya estábamos de nuevo en el agua para intentar conocer en profundidad la ola en la que íbamos a competir. Tras el segundo bao del día llegaba la hora de comer y de relajarnos durante varias horas, solo nos quedaba un baño más para completar la jornada.
Las condiciones no variaron mucho a lo largo de la primera semana, utilicé mis dos 5.8 que eran las tablas más pequeñas que había llevado ya que las olas no pasaron del metro ningún día.
El primer día del campeonato fue el 20 de marzo. Antes de que todo comenzara, me levanté pronto para seguir con la rutina del baño de las 6.00 horas. Después de desayunar me acerqué a cheking que estaba programado para las 9.00 horas. Tendríamos que esperar una hora para que diera comienzo el campeonato ya que decidieron retrasar las mangas porque las olas no eras de gran tamaño y las series tardaban en torno a siete minutos.
Mi manga fue la segunda del campeonato contra Jacqueline Silva, brasileña que estuvo en el WCT 10 años, una local peruana y una chica chilena. El resultado fue más que positivo, con mi puntuación pude pasar a la siguiente ronda.
El segundo día, por falta de olas, decidieron hacer un lay day y no tirar el campeonato. En mi opinión, hubiera sido un buen día para tirarlo, pero los que mandan pospusieron la prueba 24 horas.
En el tercer día de campeonato me tocó abrir la jornada, eran mangas de 30 minutos donde apenas habían olas y la serie tardaba cerca de 15 minutos en aparecer.
Silvana Lima, una de las mejores a nivel mundial, lideró la manga gracias a saber elegir dos olas con potencial suficiente para obtener puntos. Para mí esta manga no fue nada buena, esperé atrás a que llegase mi ola, ya que sabía que sólo podía obtener los puntos con la serie, pero por desgracia esa ola nunca llegó.
La competición es así, a mi me gusta sacar las cosas positivas y esta prueba fue un buen aprendizaje para futuros campeonatos. Al igual que en muchos aspectos, es necesario ir cogiendo experiencia y Perú me ha ayudado a seguir aprendiendo. Regreso satisfecha por la gran semana que disfruté entrenando, la verdad es que rocé mi mejor nivel en las costas peruanas. El mensaje con el que me quedo es que puedo pasar muchas más mangas en cualquier momento, otra vez será.