Urrutikoetxea vuelve a tropezar con Irribarria (20-22)
El frontón Bizkaia de Miribilla acogíó este domingo la gran final del Manomanista 2019, la cita de las citas pelotazales, que volvía a enfrentar a Mikel Urrutikoetxea contra Iker Irribarria. Todo un duelo generacional y de estilos. Era su tercer cara a cara por la máxima 'txapela' saldado con el triunfo del delantero guipuzcoano por (20-22).
"No hay excusas", aseguró el vizcaíno plenamente recuperado de los problemas en la mano izquierda que obligaron al aplazamiento del choque hasta hoy. Salió a pelear por su segunda txapela, la tuvo por un momento en franquía pero cayó en la recta final.
Para ambos fue su tercera final. El vizcaíno fue campeón en 2015 y un año más tarde perdió el partido definitivo frente al propio Irribarria, que se convirtió entonces, con 19 años, en el campeón más joven de la especialidad reina. Hoy le ha 'birlado' otra después de que en 2017 el zurdo de Arama repitió final, pero cayó ante Oinatz Bengoetxea.
Urruti pareció tener encauzada la final, pero llegó desfondado a la txanpa final ante un rival rocoso y con un golpe demoledor
Una tacada de 8-0
Un largo gran primer tanto abrió una final que cada día causa más expectación. Se conocen bien. El vizcaíno se puso rápidamente 2-0 pero Irribarria tenía el mazo a punto. Cada vez que gozaba era un martirio para Urruti que respiró con el regalo del 3-2.
La tensión se palpaba en forma de errores, lo que favorecía las igualadas en el marcador. El 4-4 fue un obús del de Arama que casi la saca de Bilbao. Para su quinto optaba por la dejada, pero en el sexto ya volvió al garrote: 4-6 y Mikel que pidió el auxilio del descanso.
En el 4-7 llegaba el primer tanto de saque del partido. El cansancio comenzaba a hacer mella ya que generalmente todos los tantos eran bastante disputados. Urruti trató de cambiar el guión sacando al ancho y buscando siempre la derecha de Irribarria. Su nueva táctica, no exenta de riesgos, le permitió igualar a siete y luego ponerse incluso 12-7 con un par de ganchos de libro y tres aciertos en el saque.
Urruti ataca bien y defiende con solidez
Cinco de margen para el delantero de Zaratamo después de haber pasado una minicrisis. El descanso obligatorio sirvió para volver con fuerza a la batalla. Iker tomó aire para irse al 12-10 pese a hacerse daño en una jugada. Mikel tuvo que volver a enredarle para sacarle de rueda, derecha-derecha-derecha, logrando otro estirón al 15-10 con una bella ejecutoria.
El partido estaba donde quería el vizcaíno. Pero dar por muerto a un bombardero sería un error. Una tacada de cuatro tantos para el pelotari de Arama, estrechó la final: 15-15 tras el 'tiempo muerto' de un Urruti desbordado por un sotamano. Era la hora de jugársela.
Había partido todavía
Una regalada de su rival le permitió hacer la goma para fijar el 17-15. Pero tras 50 minutos del arranque el duelo estaba en un infartante 17-17 antes del último descanso. A partir de ahí un error impropio regalaba el 18-19 a Iribarria.
Urrutikotxea se iba al suelo desesperado por un fallo de principiante que se ponía contra las cuerdas por lo que pidió un nuevo descanso. Necesitaba un golpe de fortuna en el resto. No lo tuvo y la final se puso ya 18-21. Aquello ya sólo lo podía perder el delantero guipuzcoano. Y de entrada hizo falta en el saque 19-21.
Un gran saque unido a una buena dejada al txoko le dió el 20-21 al de Zaratamo. El frontón estaba en un delirio, soplaba y sudaba, pero no le dio para más. Error de Mikel y la txapela que se fue para Gipuzkoa.
