Los nuevos prototipos del coche de Fernando Alonso
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
El nuevo MCL32 de Fernando Alonso no ha empezado con buen pie de cara a la temporada 2017 en la que el piloto asturiano querrá mejorar su décimo puesto de la pasada campaña.
En el primer entrenamiento de este año, en Montmeló, el monoplaza sufrió una fuga de aceite por la mañana que le obligó a parar, y por la tarde, cuando el coche pudo ya rodar, ofreció unas malas sensaciones que se repitieron durante toda la semana.
Sin embargo, McLaren no se duerme, y ya está probando nuevos bólidos para que Fernando Alonso vuelva a las primeras plazas de la parrilla.
Lejos de las innovaciones del siglo XXI, el Seat Marbella representa fielmente la vuelta al pasado que necesita Alonso, rememorando los Mundiales conseguidos en 2005 y 2006. Además pasearía el nombre de la ciudad malagueña por todo el mundo, potenciando la 'Marca España'.
Aunque es difícil alcanzar la habilidad de Pedro Picapiedra con él, el troncomóvil es un vehículo en el que el piloto se convierte en más protagonista que nunca, permitiendo una mayor dependencia del piloto en los resultados del coche, algo que ha reclamado Alonso con los años.
Fernando Alonso podría pilotar un Mercedes a pesar de que la escudería alemana escogió a Bottas tras la despedida por sorpresa de Nico Rosberg. Se trata del Papamóvil, un vehículo actualmente en desuso debido a que el Papa Francisco renunció a él.
El piloto asturiano podría optar por una reliquia para buscar el asalto al Mundial. El Toyota Corolla con el que Carlos Sainz estuvo a punto de conseguir el Mundial de Rallies de 1998. Sólo 500 metros separaron al madrileño del triunfo de la meta, aunque una inoportuna avería impidió la victoria por mucho que Luis Moya incitase a Carlos a arrancarlo, por Dios.
Equipado con las últimas tecnologías en forma de armas con las que disparar, frenar e incluso hacer explotar a otros pilotos, el Súper Ferrari que perteneciera a Pierre Nodoyuna y su perro Patán podría significar un golpe de efecto del asturiano. No se descarta a Antonio Lobato copilotando el bólido con risa de perro pulgoso.
En caso de cerrar las negociaciones para el patrocinio entre McLaren y Uber, Fernando Alonso podría competir en un coche de la red privada de transportes. No conduciría él, pero al menos podrá tomarse un tiempo de relax en lo que el conductor completa las vueltas al circuito.
Quizás el fallo llegue en la forma de conducción de Fernando Alonso y en que el asturiano haya perdido el nivel que le llevó a conquistar dos campeonatos mundiales. Para eso hay solución: un coche autónomo como los que han presentado Google y Tesla y así Alonso sólo debería dedicarse a preparar excusas para el final de la carrera.