Los futbolistas más teatreros del mundo
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Algunos futbolistas, una vez terminada su carrera dentro del mundo del balompié, tendrían futuro en el teatro. Sus habilidades técnicas con el balón están fuera de toda duda, aunque menos desdeñable es su capacidad como actores.
Estas son algunas de las mayores estrellas del planeta que podrían encontrar trabajo en Broadway.
El mediocentro del Barcelona Sergio Busquets pronto mostró sus dotes artísticas en el mundo del fútbol. En su segunda temporada con el primer equipo, firmó ante el Inter una de sus actuaciones más conocidas, la que le costó la tarjeta roja a Thiago Motta sin que Busquets perdiera detalle desde el suelo.
El punta Didier Drogba también es de los que cuando sufren una entrada miran de reojo al árbitro antes de lamentarse. Durante toda su carrera en la Premier League fue muy criticado por los rivales del Chelsea tras algún que otro piscinazo.
Una de las últimas actuaciones teatreras de fama mundial llegó en la remontada del Barcelona frente al PSG, cuando Luis Suárez se fue al suelo en una jugada sin aparente dureza de Marquinhos. Suárez nunca falla.
Si hablamos de teatro no podía faltar el gran 'actor' del siglo XXI. Cristiano Ronaldo ha protagonizado en la última década algunos de los piscinazos más famosos de la historia con Portugal, Manchester United o Real Madrid, en su búsqueda de cualquier falta directa o penalti que le permita seguir sumando goles.
El gran sucesor de Cristiano Ronaldo, señalado por todos, llega desde 'Can Barça'. Neymar se pasa medio partido en el césped, entre las patadas que le dan (que son muchas) y las que no le dan pero igualmente le sirven para tirarse (que también son un montón).
No sólo de delanteros vive el teatro. Un defensa central como Pepe, acostumbrado a repartir leña cada vez que puede, también llama la atención por su capacidad de tirarse al suelo cada vez que siente el más mínimo contacto.
Su excompañero en el Real Madrid Arjen Robben también ha hecho carrera en la actuación a la par que jugaba al fútbol. Y si no que se lo digan a México, donde aún recuerdan su piscinazo en los octavos de final del Mundial 2014.
Al igual que Robben, Ángel Di María también es un zurdazo con desborde, velocidad, disparo... y gusto por fingir después de una entrada. En Argentina, Portugal, España, Inglaterra y Francia pueden dar fe de ello.
