Review 1x02 Better Call Saul: "Mijo"
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Jimmy McGill entra en el juego: abogado y criminal
En este segundo capítulo de Better Call Saul, emitido tan sólo un día después del estreno de la serie, volvemos a las arenas del desierto de Nuevo México. Tras el éxito de emisión del piloto, con un récord de audiencia por cable en EEUU de 6.9 millones de espectadores, la emoción por la vuelta de este spin off de Breaking Bad continúa. Nos encontramos ante un capítulo que probablemente haya disipado toda duda posible que se tuviera respecto a la serie tras el piloto, tanto por su inmersión de lleno en lo mejor del universo de Breaking Bad, como por el desarrollo de una trama propia a la vez atractiva y adictiva.
Observamos cómo el opening de Better Call Saul es variable, una secuencia de psicodélicos rosas y amarillos de unos 14 segundos, dónde sólo vemos en los rótulos a los creadores Vince Gilligan y Peter Gould. Al estilo de Breaking Bad, el resto del equipo y reparto saldrá (con la misma fuente tipográfica que su precedesora) en los minutos siguientes. Se mantiene un formato, por tanto, que seguramente dará lugar a distintos cold openings a lo largo de la serie.
La historia de este capítulo comienza con el ya conocido e histriónico Tuco (Raymond Cruz), con el que nuestro protagonista se topa por error, por una casualidad (volvemos a la teoría del caos y el efecto mariposa, uno de los motores de los guiones de Gilligan), encontrándose ante la primera situación de peligro que afrontará Jimmy McGill (inmejorable Bob Odenkirk). Situación que se resuelve en el desierto de Alburquerque, donde asistimos a los geniales razonamientos a los que es capaz de llegar Jimmy McGill cuando se encuentra aparentemente sin salida y amenazado.
James McGill no sólo conseguirá salvarse a sí mismo de los impulsos asesinos de Tuco y sus secuaces mexicanos, sino que también salvará la vida de los dos skaters; todo gracias a varios discursos en los que observamos como James McGill es capaz de cambiar de táctica y estrategia discursiva según visualice la situación, de forma cuanto menos brillante. Así es, que el desierto que antaño con Breaking Bad significada muerte, puede tomar un nuevo significado en este spin off.
Better Call Saul ofrece momentos realmente divertidos, que van desde el regateo de miembros rotos de los skaters de Jimmy con Tuco, en un alarde de humor negro, hasta detalles como el de la “space blanket” (manta del espacio) de Chuck, o por supuesto, el enfrentamiento de los tickets de parking con Mike.
Tras el suceso del desierto, Jimmy McGill se centra de nuevo en su profesión, algo que nos cuentan en una activa secuencia musical. Vemos cómo se repite a sí mismo su lema antes de los juicios: “It’s showtime!”, lema más que trillado en el cine:
Cubre múltiples casos para pagar sus deudas, pero este trabajo fatigoso como abogado de oficio ni le es suficiente económicamente ni personalmente, y siempre llega a su despacho, bajo una peluquería asiática, deseoso de tener un caso real. Pero este caso no es lo que precisamente llega a su negocio, sino uno de los secuaces de Tuco, Nacho. Éste le propone llevarse un porcentaje de un robo para el cuál necesita su colaboración, propuesta que Jimmy McGill rechaza en un intento de honradez. “Soy un abogado, no un criminal”, le dice.
Pero como apuntábamos en la anterior review ya es un hecho que este encuentro con Tuco es el que ha marcado el principio de la construcción de Saul Goodman, el paso de simple abogado de oficio a abogado (y) criminal. Como Nacho le dice: “Para cuando te das cuenta, ya estás en el juego”.