[Opinión] The Flash, la gran sorpresa de la temporada
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La temporada pasada, cuando vi que se estrenaba The Flash, pensé que la serie no sería para mucho. Tras ver el piloto, el cual me recordó mucho a Spiderman por eso del héroe desenfadado y casi adolescente, pensé que por qué no darle una oportunidad.
Durante los primeros cincos capítulos pensaba que cómo era posible que The Flash fuese una serie “prima” de Arrow: el oscurantismo que exhuma ésta, brilla por su ausencia en las aventuras de Barry Allen. Sin embargo, la serie fue tomando color, un color propio que nos ha mantenido pegados a la pantalla casi sin pestañear.
En una planificación muy bien pensada, The Flash al principio te acomoda a la típica serie de Freak of The Week para que vayas encariñándote de los personajes, sobre todo los secundarios, esos que algunas veces, tienen más y mejor presencia que los principales. Pese a que Barry Allen (Grant Gustin) tenga un carisma especial y consiga despertar ternura y simpatías, son Cisco (Carlos Valdes), Caitlin (Danielle Panabaker) y el Dr. Wells (Tom Cavanagh) quienes consiguen una dinámica diferente en la serie. Estos cuatro personajes juntos, defendiendo a la ciudad de los metahumanos funcionan muy bien y ofrecen los mejores minutos de la serie, repletos de entretenimiento y diversión.
No obstante, no de esto sólo vivirá The Flash. Llega un momento en el que la serie toma un punto de inflexión y se atreve con un episodio que a todos nos sorprendió y que abría un nuevo camino para las tramas: la Fuerza de la Velocidad. Es decir, correr más rápido que el propio tiempo y revertirlo. A partir de este momento, la serie adquiere un estilo propio y madura de pronto, ofrenciéndonos algo novedoso y a su misma vez, algo que los fans del cómic puedan disfrutar. La ciencia, tan importante en los cómics de DC en general y más particularmente en The Flash, toma protagonismo, adquiriendo su naturaleza geek de una vez por todas.
Gracias a este punto de inflexión, la serie no deja de incrementar más y más las dosis de acción (con sus geniales gags y toques humorísticos) y emoción, acabando con un final que a los fans nos ha dejado al borde de un ataque. Si además de esto, le sumamos un héroe de los de siempre, noble y altruista magníficamente interpretado como lo es Barry y, los guiños y cameos de Arrow con una Emily Bett Rickards -quien interpreta a Felicity- en estado gracia, tenemos un cóctel perfecto que mezcla una serie de superhéroes sin más pretensión que la de entretener, con grandes dosis de acción y humor y que hila, perfectamente y sin que quede extraño, el universo de que DC se está labrando en The CW. Creo que no exagero al afirmar que es la mejor serie de superhéroes ahora mismo en la parrilla americana.