Se confirma el nuevo embarazo en The Walking Dead
Ojo, que te comes el spoiler. Seas quien seas debes estar preparado para aceptar que todo esto está basado en hechos reales, en cosas que personajes han dicho, en embarazos ficticios, sí, pero embarazos. Si ya de por sí no era suficiente el tener a Judith en Alexandria, algo que apenas notamos a lo largo de la temporada, pues ahora se multiplicará por dos.
Un embarazo es un punto psicológico, nada más. La evolución de lo que en el futuro pueda ser el bebé no es para nada relevante teniendo en cuenta el caso de Judith, que más allá de la muerte de Lori apenas ha vuelto a tener repercusión (sí, vale, aquella escena épica de Tyreese), de hecho si nos ponen a siete bebés en una sala dudo que muchos acertáramos quién es la hija de Rick, porque apenas aparece en pantalla. Si es que era de Rick.
Espero que estos dos párrafos introductorios hayan eliminado a todos aquellos que no quieren spoilers, porque en este quinto episodio de la sexta temporada Maggie ha confirmado que está embarazada, algo que ya aventuramos semanas atrás tras las constantes pruebas que fueron dejando tanto ella como Glenn en las conversaciones que tuvieron en los primeros episodios.
Y no tiene nada que ver con el cómic, en el que a pesar de que suceda lo mismo, no es igual, por lo que no entraremos ahí, a sería desestabilizaros si cabe más. La pregunta es el qué pasará, porque tanto productores como guionistas habían adelantado que esta nueva temporada Glenn y Maggie tendrían un punto de unión si cabe mayor después de que llevaran varias temporadas apostando por el amor libre y puro que ahora acaba de confirmarse.
¿Cómo lo contó Maggie?
Tal y como contamos en el análisis de 'Ahora' (6x05), de los pocos momentos acertados del episodio es la elección de a quién y cómo decide Maggie contarle que ella y Glenn van a tener un bebé. El inicio del episodio con la llegada de Rick no es nada positivo para los supervivientes en Alexandria y precisamente una de las más afectadas es Maggie, que no soporta ver cómo escriben el nombre de su compañero en la puerta de los nombres a recordar.
Por él, Maggie toma una decisión que no es capaz de llevar a cabo, aunque lucha por engañarse ante un Aaron que demuestra por qué necesita más minutos en pantalla. Ross Marquand borda su papel y le da vida a un episodio que nace muerto en una repetición constante de problemas que no aporta nada nuevo a The Walking Dead. La única sorpresa la trae consigo Maggie, un nuevo embarazo que sin duda será la baza en la que se moverán todas sus decisiones a partir de ahora en Alexandria.
La única pregunta es clara, ¿cambiará Michonne algún pañal?