[Review] El Ministerio del Tiempo 2x08: Tiempo de Valientes (II)

Los meses siguen pasando, y en el Ministerio del Tiempo siguen sin tener noticias de Julián, quien sigue enclaustrado junto a los últimos de Filipinas en la iglesia de Baler. La comida y los medicamentos escasean peligrosamente, lo que provoca una mayor facilidad para las infecciones y enfermedades, ante las que el enfermero del ejercito español y el propio Julián poco pueden hacer. Pero tras varios meses de arduo trabajo, las cartas remitidas por los soldados españoles a sus familias llegan a manos del Ministerio, quienes reconocen la misma letra en todas ellas, la de su agente desaparecido.

Es por ello que Alonso, utilizando como coartada para el Ministerio del Tiempo un supuesto castigo por su incidente con la policía, será enviado en secreto a una ardua y larga travesía en busca de su antiguo compañero que le llevará durante un mes viajando por las islas del caribe español. Lo que aprovechará para hacer las labores de mensajero y notificarles a los españoles sitiados en Baler que la guerra a acabado, y deben deponer sus armas, sin embargo sus oficiales no creerán en las palabras de sus escritos, tachándola de trampa que acabará con sus vidas, optando por la vía de esperar a que el gran ejercito español les saque de allí mas pronto que tarde.

Lejos de allí, en nuestro presente, los agentes del Ministerio del Tiempo deberán seguir haciendo frente a sus fantasmas personales. Ernesto sigue en la larga búsqueda de su hijo, durante la cual descubre que la posible madre, y antigua pareja suya, ha fallecido, no sin antes recibir una pista de su último paradero. Amelia sigue echando de menos a Julián, pero cada vez ve con mejores ojos a Pacino, mientras que este debe afrontar otro duro golpe en su familia, la jubilación de su padre, y el divorcio pedido por su madre. Perder su trabajo y a su mujer hará que pase por un nuevo (el primero para él, pero el segundo para Pacino) intento de suicidio, y aunque logra convencerle de nuevo en esta linea temporal, Pacino no se quedará tranquilo al ver esta rutina de su padre en cuanto se tuercen los acontecimientos, por lo que decide volver a su época durante un tiempo, abandonando el Ministerio del Tiempo, no sin antes consumar, por fin, su romance con Amelia, lo que provocará grandes cambios en la historia cambiando su destino que vemos reflejada en una nueva escena sacada de Regreso al Futuro (¡que nos encantan estos homenajes!) jugando con las inscripciones de su lápida.

Por la conocida fotografía, sabíamos que Julián acabaría convirtiéndose en su marido y padre de su hija. ¿Tendría la culpa también de su fallecimiento, fecha de la cual ahora desconocemos tras su encuentro con Pacino?

Pero si hay un evento que nos preocupa, que ya tendremos tiempo de averiguar más de los problemas personales de los agentes del Ministerio del Tiempo, es todo lo que transcurre en 1899 al otro lado del atlántico. Alonso elabora un plan para sacar de allí a Julián, y a su vez no cambiar la historia, es decir, el resto de sus compañeros deben correr la misma suerte que estaba prevista. Aunque ello signifique la muerte de algunos de sus mas allegados compañeros el soldado Lafarga, el cocinero, así como la del Capitán, quién sacrificaba sus raciones para que sus hombres estuvieran levemente mejor alimentados.

Sin embargo el intento de fuga llega a oídos de dos de sus compañeros, quienes le logran convencer para ayudarles a escapar de la iglesia de Baler donde se encuentran retenidos por su teniente, quien sigue negándose a escuchar las noticias llegadas de la capital. Un intento que fracasa, ya que la eterna desconfianza del ahora nuevo capitán provoca que los pillen in fraganti, acusados y con razón de desertores y siendo sentenciados a muerte.

Pero ese no será el final de esta misión del Ministerio del Tiempo, y haciendo uso de sus habilidades Alonso logra zafarse de sus cadenas, liberando a Julián, y abandonando a la suerte que les tuviera deparada el destino a los otros dos condenados y al resto de sus compañeros, poniendo rumbo a tierras españolas y de este modo regresar a casa. De modo que tras ocho intensos capítulos, el Ministerio del Tiempo vuelve a sus orígenes, con el trío original de nuevo al mando, y con Pacino (que ha sido un suplente de mucha altura para Julián) de nuevo a su época.

Pero aunque todo haya vuelto a la normalidad... ¿Que ocurrirá con el hijo de Ernesto? ¿Regresará Pacino al equipo? ¿Que destino le depara ahora a Amelia? ¿Quién es la misteriosa abogada de Alonso y por qué se parece tanto a su esposa?. Sin duda, esta genial temporada nos solo nos lleva por la historia de España, si no que adquiere un nivel aun mayor adentrándose en complejas relaciones personales. Pero para saber más deberemos esperar a un nuevo capítulo de El Ministerio del Tiempo.