Las explicaciones de Anil Murthy sobre el despido de Marcelino no son suficientes. El canal no es el adecuado y él y Peter Lim tienen que aclarar más cosas.
El otro día mi hijo se acercó a disculparse. Lo hizo en privado por haberme contestado mal y me explicó que lo hacía así porque le daba un poco de apuro hacerlo delante de más personas. Anil Murthy, presidente del Valencia CF, hizo algo parecido ante las peñas y explicó, a su manera, y a través de Federico Sagreras, que estaba arrepentido por mandar callar a Mestalla, que no lo volvería a hacer y, lo que a mi me parece más trascendente, los motivos por los que el Valencia despidió a Marcelino.
Está claro que pasan los años y Meriton, Peter Lim y su gente, no terminan de cogernos el punto a los valencianos. Anil Murthy, por los motivos que sea, ha traspasado varias barreras difíciles de entender, propiciadas por su propia forma de ser, por desconocimiento o porque le obligue Lim. El caso es que el presidente se ha puesto en contra a la afición, se ha alejado de la plantilla y se ha quedado solo en la dirección del club -Mateu Alemany está haciendo las maletas- y ha convertido su día a día en una situación irrespirable para él y, lo que es peor, para el club.
Las de Anil Murthy sobre el despido de Marcelino no son suficientes. El canal no es el adecuado y él y Peter Lim tienen que aclarar más cosas.
A mí las explicaciones respecto a Marcelino que dio, dando por cierto que lo que le contó a Sagreras es verdad, me parecen insuficientes. Entiendo que a Peter Lim le tocaran las narices las muestras de insumisión públicas y parece que, desde la cultura al líder establecida en Meriton, eso es motivo de despido. Parece que es casi tan grave eso como pedir perdón. Sin embargo, no lo comparto. No es suficiente motivo para trastocar un proyecto deportivo sobre todo en el momento en que lo hizo el Valencia CF.
Dicho esto sigo esperando más. Sigo confiando en que cuente Anil Murthy en primera persona este caso, el de Cañizares, el gesto de silencio... Y que se disculpe. No ante mí, que no soy nadie, ante la gente que se siente ofendida por su gesto en Mestalla. No vale todo, como lo de las amenazas están fuera de lugar. Debe ser jodido estar en un palco con todo el campo gritándote, pero va en el cargo. Te puedes equivocar, pero lo valiente es disculparse y explicarse.
Sigo esperando que cuente Anil Murthy en primera persona el caso de Marcelino, el de Cañizares, el gesto de silencio... Y que se disculpe.
Las justificaciones de Peter Lim y Anil Murthy llegan un mes después de que Marcelino fuera despedido. Quizá demasiado tiempo, quizá la herida es tan profunda que ya no deje de sangrar. El tiempo lo dirá.
Solo sé que mi padre, que es mi referente en la vida y que hoy cumple años, se habría disculpado ya, habría explicado la decisión y quizá no se habría visto en la situación que se encontró Anil Murthy ante el Alavés. Vale que no es multimillonario, que no es de Singapur, pero en la vida hay cosas que, o se tienen, o se aprenden a base de experiencias desagradables. Y el que no aprende de sus errores, está condenado a repetirlos. Feliz semana, ojalá sea la última que no hablemos de fútbol.
David Torres
Delegado ElDesmarque enValencia