La virtud de sufrir
El Cádiz no tuvo su partido más cómodo en Gran Canaria, sin embargo, los de Cervera supieron sufrir y terminaron sumando tres importantes puntos. Ni el hecho de adelantarse en hasta dos ocasiones les permitió vivir con tranquilidad el final del encuentro, después de que Rubén Castro viera puerta en la recta final.
Hacía tiempo que los gaditanos no lograban poner tan pronto el duelo a su favor. Un espectacular centro de Malbasic, uno de los grandes destacados del primer tiempo, permitió a Perea seguir ampliando sus registros de cara a puerta. Parecía comenzar entonces un nuevo partido, el que el Cádiz quisiera, aunque tras un breve intercambio de ocasiones, fue Las Palmas quien impuso el ritmo.
Tanto fue así que los cadistas llegaron al descanso pidiendo la hora, pero la entrada de Edu Ramos tras el paso por vestuarios dio cierta consistencia al equipo, que con el paso de los minutos volvió a prodigarse en tareas ofensivas. Fue entonces cuando Cervera decidió apostar por Álvaro Giménez, que terminaría siendo clave.
Álvaro Giménez no falla dos veces
Había expectativas con el delantero ilicitano, máximo artillero del curso pasado, y lo cierto es que no decepcionó. Nada más debutar, el '21' cadista dispuso de una ocasión de oro para ampliar la ventaja, pero el meta sacó a relucir sus reflejos respondiendo con una buena intervención.
Cuando no fallaría sería en su segunda intervención, cazando un centro en el área pequeña para ser posteriormente derribado. Pese a no ser el encargado de ejecutar la pena máxima, ahí no perdonó Álex, Álvaro Giménez ya dejó su primera pequeña aportación para el conjunto gaditano.
La barrera de los 50 puntos
Años atrás, el Cádiz necesitó varios encuentros para superar la hipotética barrera de los 50 puntos para asegurar su salvación; a pesar incluso, de estar casi tocándola con los dedos. Pero esta temporada, a las primeras de cambio los de Cervera han logrado romper esta dinámica.
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— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) February 8, 2020
El discurso de Cervera tras el encuentro evidencia que este equipo mantiene los pies en la Tierra, pero lo cierto es que tras cumplir con sus deberes, el Cádiz se ha ganado por derecho propio el poder soñar esta temporada. El camino aún es largo, y como ha quedado demostrado se antoja arduo, pero ahora es momento de comprobar dónde está el techo de este equipo.