Salto BASE, adrenalina en estado puro (vídeo)
Hoy os presentamos el salto BASE. Se trata de una modalidad que comparte características con el paracaidismo y los montañeros. Una vuelta de tuerca, que permite a sus practicantes subir una montaña, para luego bajarla volando. Se diferencia del parapente por la caída libre previa a la apertura del paracaídas. Un deporte de mucha adrenalina y emociones fuertes, donde los participantes se arrojan al vacío. En Euskadi, se pueden contar los practicantes con los dedos de una mano, no es un deporte muy común. Contamos con Patrick Guisasola para que nos cuente un poco mas en profundidad, las razones que lo han llevado a arriesgar su vida por el salto BASE.
Guisasola, natural de Bilbao y afincado en Mungia, a sus 35 años continua siendo un gran amante de los deportes de riesgo, los cuales ha practicado los últimos quince años. Comenzó por el surf y el buceo, llegando a trabajar como monitor muchas temporadas. Probo otros deportes como el descenso en bici de montaña, el motocrós, skateboard, snowboard, kitesurf, slackline y highline, los cuales siempre le habian atraído. Pero el cielo le llamó de tal manera que dejó todo y sin experiencia previa en deportes aéreos, se traslado a vivir junto a un centro de paracaidismo donde trabajó en la oficina para poder saltar todo lo posible de avión y asi entrenar para el salto Base. A día de hoy, lleva dos años practicando el salto BASE y el paracaidismo.
Yo creo que todos hemos soñado alguna vez con volar, con sentir lo mismo que un pájaro. Yo hace seis años, tras conocer el salto BASE, creí firmemente que podría conseguirlo. El salto BASE consiste en saltar desde objetos fijos a la tierra, utilizando un paracaídas para frenar y aterrizar. Se suele saltar de paredes, puentes, edificios, antenas y demás estructuras unidas a la tierra.
El peligro es bastante evidente cuando se trata de arrojarse por un precipicio, las estadísticas desgraciadamente así lo confirman y la lista de las fatalidades crece cada mes. A cien kilómetros por hora, abrir el paraca a escasos metros de la pared requiere una posición muy simétrica del cuerpo, un buen plegado previo, poco viento y suerte. Por otro lado, se trata de una actividad en la que la mayor parte del tiempo se pasa preparando el salto. Hay que plegar el paracaídas (1 hora), subir la montaña, esperar un día sin viento y todo para que el salto solo dure escasos segundos. Podemos decir que es un 99% preparativos y un 1% del salto.
¿Teniendo esto en cuenta, por qué sigo saltando? A día de hoy tengo 52 saltos realizados desde 20 objetos distintos. He abierto tres saltos en Euskadi. Y para los dos años que llevo saltando tengo la suerte de poder decir que no me he hecho daño ni una sola vez. Pero sigo saltando porque en el instante en el que separo mis pies del suelo, me traslado a un mundo distinto. Realmente, el mundo es el mismo, pero soy yo el que cambia. No puedo describir como me siento, pero si estoy seguro de que en esos instantes mi cuerpo y mente están totalmente centradas en el momento presente. Es una sensación de libertad mezclada con concentración al 100%, que me pide volver.
Como Leonardo Da Vinci dijo: "Una vez hayas probado el vuelo siempre caminarás por la Tierra con la vista mirando al Cielo, porque ya has estado allí y allí siempre desearás volver." Para mi, el paso más difícil en cada salto, es calmar mi mente en los instantes previos. Ser capaz de confiar tanto en mi plegado como en el entrenamiento que he seguido. Más de una vez he llegado a un salto y me he vuelto sin hacerlo por tener malas sensaciones, como me dijo un amigo “El que sobrevive, gana.” Y este no es un deporte para gente sin paciencia. 50 saltos en dos años no es mucho.
Otro factor fundamental del BASE son los compañeros. Una actividad tan peligrosa implica tener total confianza en los que saltan contigo, ya que todos tienen posibilidades de tener un accidente y los primeros en poder ayudar son los propios compañeros. Todavía no he saltado con traje de alas, por lo que mi caída mas larga ha sido de 20 segundos y sigo muy lejos del minuto y medio que hacen con los trajes grandes. Pero estoy seguro de que tarde o temprano podre hacer realidad mi sueño de volar como un pájaro por las montañas.
Se trata de una actividad que se ve en general como una locura y la verdad que cuesta conseguir patrocinio, mi sueño es poder participar en el campeonato del mundo, pero soy consciente que se necesita mucho entrenamiento y un presupuesto que se me escapa. Recientemente un par de marcas han decidido ayudarme con material, ropa Izas y calzado Boreal, también recibo ayuda de Pello de Mendiko Etxea, por lo que cada vez cuesta un poco menos estar equipado para la montaña. Me gustaría agradecerles su ayuda a pesar del riesgo que implica esta actividad.
Buenos saltos y pura vida!
salto brento from patrick guisasola on Vimeo.