De enseñanzas y retos
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Una ilusión quebrada en el último suspiro
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"Honor, orgullo y cabeza alta", los mensajes del Betis tras la eliminación
El final del trayecto de la Copa del Rey para el Betis en esta temporada fue abrupto y cruel. Una competición que había generado tantas ilusiones, por lo que implica este torneo en la entidad y por lo cerca que estaba de aspirar a todo. La digestión de lo sucedido, más allá de la desesperación que pueda provocar en el aficionado, ofrece enseñanzas y retos.
En el fútbol sólo valen las victorias y de poco sirven los consuelos, pero mal haría el Betis si destruyese de un plumazo lo construido en el 2021 por una eliminación, por mucho que fuera dura, cruel e hiciera estallar miles de ilusiones; pero las excesivas lamentaciones no son buenas consejeras. Los de Pellegrini, con errores y cuestiones a mejorar, compitieron contra el Athletic de Bilbao, un señor equipo campeón de la Supercopa de España
Podría existir ahora la tentación de relamerse las heridas, incluso de dudar de el camino encontrado en las últimas semanas. No es la primera vez en su historia que el Betis demuestra esa fragilidad de espíritu. Ahora el gran reto es demostrar que encaja el golpe y se levanta. Esa es la gran virtud de los equipos competitivos. Europa no espera a nadie y, para empezar, el domingo llega al Benito Villamarín el Barcelona.
Es cierto que debe mejorar situaciones y aprender. El final contra el Athletic tuvo de falta de fortuna en su desenlace final, también parte de errores propios. El gran pero fue el no saber cerrar un partido que tenía en su mano y que se le escapó en el descuento. Probablemente en las derrotas se saquen las mejores enseñanzas para el futuro.
También debe retener ese deseo y espíritu encontrado en las últimas semanas. Esa ambición que le hace plantearse metas, que duelen cuando no se consiguen. Por eso ahora queda en un segundo plano si mereció pasar, la competitividad durante casi todo el partido, el paso adelante de Fekir, el no cerrar el partido o mil cuestiones. No hay consuelo posible para un Betis que soñaba con la Copa, sólo el de lograr el siguiente reto y aprender de los detalles.
Con errores y cuestiones a mejorar, deben de aprender de una vez. El final contra el Athletic tuvo falta de fortuna y de oficio, también parte de errores propios. El gran error fue el no saber cerrar un partido que tenía en su mano y que se le escapó en el descuento y no es la primera vez en su historia que el Betis demuestra esa fragilidad de espíritu, (que yo diría, les puede la presión e influenciables a la intimidación). Le ganó la partida el portero moviéndose lateralmente dejando los ciegos de portería. La mitad del Athletic estaban con calambre y dieron la talla con oficio.