¿Y si la solución la tiene Rubi?
El Betis vuelve a estar sumido en una crisis deportiva. Una crisis que lo ha llevado a puestos de descenso tras nueve jornadas disputadas. Una crisis deportiva que además parece tener difícil solución.
Pero casi todas las cosas suelen tenerla. Solución. ¿Realmente destituir a Rubi puede ser la mejor de las soluciones? ¿Realmente ha llegado el momento de tomar la decisión? ¿Hay algunas opciones antes para no caer en un baile de entrenadores que no se supone halagüeño?
Pues quizás haya alguna solución dentro. Podemos convenir que la confección de la plantilla no se ha rematado como debía, que hay carencias. Es una evidencia. Pero al Betis, a Rubi, le falta una bala que gastar. Le falta a Rubi probar a cambiar. Al menos probar.
Es un clamor y una demanda que el Betis debe probar al menos una vez con tres centrales, resguardarse atrás, fortalecer su defensa. Probar al menos. Y esa bala, casi de las últimas que tiene el entrenador, aún no está gastada.
La plantilla es potente, con carencias pero potente, con picos de calidad altísimos, con picos de efectividad brutales. Pero hay que saber gestionar las virtudes, y las carencias. Por eso debe probar Rubi, es lo último que le queda, cambiar, atar a su equipo, percatarse de que ha estado jugando a una cosa de la que no puede beneficiarse.
Arriba tiene dinamita, y llegará el momento de explotarla, pero antes ha de resguardarse el Betis, meterse atrás. Y es una obligación ya para Rubi, porque el tiempo se agota y sus recursos en el manejo de la plantilla han sido hasta el momento inmóviles.