Diario del Tour (Lieja)
Desde Lieja (Bélgica)
El equipo Europcar está bajo sospecha, tal como anunció L´Equipe, martillo del dopaje, por una investigación previa que lleva a cabo la Fiscalía antidroga francesa. Todavía no hay ninguna acusación formal, como en el caso de la USADA con Lance Armstrong, pero el asunto siempre salpica, y en este caso a Jean-René Bernaudeau, el director del equipo, y a sus corredores, que siempre se mostraron como adalides en la lucha contra el dopaje y enfrentados a su generalización en el mundo del ciclismo profesional.
El Movimiento por un Ciclismo Creíble (MPCC) tiene como uno de sus principales socios al equipo de la región francesa de la Vendée, donde el año pasado silbaron a Alberto Contador. "Lo montó todo Bernaudeau", apuntaron algunas voces. Sí, el mismo Bernaudeau con el que se enfrentó el patrón del Euskaltel Miguel Madariaga, cuando en 2004, también el Lieja como ahora, la organización excluyó a uno de sus corredores por los valores irregulares de su sangre. "Bernaudeau es un baboso, un idiota y no le hemos hecho nada", decía el vasco entonces. "Lo único que le pasa es que tiene envidia, así que mejor estaría callado, que él tiene un muerto en la habitación".
Se refería a Salanson, que apareció muerto en un hotel cuando corría en La Boulangère, el equipo de Bernaudeau. Fue por causas naturales, reveló la autopsia, pero con un ciclista, dicen, nunca se sabe.
Aquel año de la caza de brujas contra el Euskaltel, Bernaudeau no se cortó ni un pelo: "Espero que este Tour marque un cambio para el ciclismo. El problema es que el medio está enfermo. Dos corredores de un mismo equipo" , se refería a Gorka González y David Etxebarria, del Euskaltel, "han sido declarados no aptos en un mes. Este equipo no ha comprendido nada de lo que pasa. Millar -David, detenido por prácticas dopantes y declarado culpable poco antes- sabe que tiene chavales jóvenes que le admiran y está dando un mal ejemplo. Todos tienen un punto en común. Sólo les interesan los resultados, la gloria y el dinero.Pero yo no puedo aceptar que por culpa de ellos, todos pasemos por dopados. Espero que las nuevas generaciones muevan el árbol contra los tramposos".
Ahora le toca a él, justo cuando la televisión francesa anuncia una serie de reportajes durante el Tour sobre la vida del equipo Europcar en la carrera. Los momentos íntimos, las comidas, las duchas, los masajes, las habitaciones. Todo a través de minicámaras colocadas en lugares estratégicos, como en un Gran Hermano ciclista.
Claro que el instante más significativo del "spot" que anuncia el programa, se produce cuando el líder del Europcar, el histriónico Thomas Voeckler, apaga el interruptor de la cámara en los instantes más íntimos.
No todo se puede ver.
Pero sí que se puede recordar lo que pasó hace años, cuando el ahora perjudicado Bernaudeau, tenía una opinión muy diferente en relación al dopaje. "Considero los controles antidopaje como un atentado a la libertad de trabajo", dijo en agosto de 1982 a L´Equipe, y se quedó tan ancho.