La Paradoja de Los Perdedores
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En un deporte de pasiones como es el fútbol, las historias de ganadores y perdedores tienen sus hinchas.
Los equipos ganadores suelen estar arropados por fans impacientes, exigentes y severos. A estos equipos se les suele exigir que jueguen buen fútbol pero también resultados, sin que lo uno sea indisociable de lo otro. Cuando no se dan estas situaciones, saltan los reproches; y aquella losa que impide autocríticas y márgenes para los errores. Los athleticzales no están en este grupo. Más bien, están acaso en el de los perdedores sin que esto resulte taxativo; porque el palmarés del Athletic Club de Bilbao sitúa al equipo históricamente en el lado de la buena reputación. Pero hubo un punto en la historia reciente del club en que los athleticzales fuimos perdedores: fue durante la era Bielsa. Durante su primera temporada en el Athletic, Marcelo Bielsa moldeó un equipo que combinaba oro y barro, talento y trabajo, fundamentos y expectativas; aunque, en los resultados, terminó siendo un equipo de extremos: capaz de lo mejor contra el Manchester United en las semifinales de la Europa League de 2011-2012 y capaz de lo peor al perder la final de esa misma edición ante el Atlético de Madrid como así también la final de la Copa del Rey ante el FC Barcelona. El athleticzale de corazón atesora en su músculo cardíaco futbolero la emoción de aquellos dos partidos ante aquel Manchester United que había llegado a la Europa League al caerse de la Champions League. Una calidad de juego y de desempeño que acaso pueda resumirse en la frase motivacional que Bielsa dijo a sus entonces jugadores en el vestuario de los Red Devils: “Jugar en Old Trafford es un sueño, pero ganar es una realidad”.
El Athletic lo hizo: alió lo deseable con lo posible. Bielsa logró que aquellos jugadores (muchos de ellos en la actual plantilla) creyeran en sí mismos y en sus posibilidades. Convirtió al Athletic en un equipo ganador. Acaso en esta temporada, sea el Athletic un equipo perdedor. Es fácil decirlo así: sobreviviendo en Liga, eliminados de la Copa del Rey y de la Europa League. Es la primacía del resultado, pero también es la paradoja del perdedor: porque se abandona, porque no se lucha, porque no se da todo de sí, porque no busca opciones ni toma decisiones con sus implícitos costes de oportunidad, porque no asume riesgos ni responsabilidades. Cada día, hago mi plegaria athleticzale y pido por un equipo de cantera que sea de sueño y realidad, como aquel de Bielsa. Y a veces creo que ni Josu Urrutia ni el Kuko Ziganda me escuchan. (Los colegas de la revista Panenka han realizado un reportaje con algunos de los que ellos dieron en llamar Bielsa babes, trazando un paralelismo con aquellos Bubsy babes del Manchester United que habían eliminado al Athletic de Gainza, Cedrún, Ugartemendia, Aketxe y Uribe en los cuartos de final de la edición 1956-1957 de la Copa de Europa).
Alejandra Herranz, periodista y blogger
@aleherranz