¿Por qué se enfada la Real Sociedad?

No hace tanto tiempo que en las casas lo normal era compartir parte de nuestras vidas con los vecinos. Cuando nos faltaba aceite o arroz acudíamos a ellos, nos conocíamos, cuidábamos de sus niños cuando era necesario y posiblemente brindábamos juntos en Navidad. Lo normal era llevarse bien, pero esos tiempos han cambiado y el fútbol no es una excepción.

Osasuna, Real Sociedad, Alavés y Eibar son nuestros vecinos futbolísticos y deberíamos llevarnos bien, pero los intereses de cada uno hacen difícil la convivencia. Entre todos solo el Athletic Club es, ya sea por tradición, convicción o filosofía, el que ha decidido plantar batalla con jugadores exclusivamente de Euskal Herria. Por lo que nos vemos obligados a captar jugadores que también desean los equipos citados y esto no parece sentarles bien.

Tenemos que inventar la cláusula “Anti-anti Athletic”

No deja de ser curioso porque ellos también fichan jugadores a otros equipos sin preocuparles si les sienta bien o no, pero eso es otra historia. En otro momento hablaremos de la cláusula anti Athletic de la Real Sociedad y de las razones o no para sentirse agredidos, pero ahora quiero hacer hincapié en la necesidad del Athletic de contar con los mejores jugadores dentro de nuestra filosofía. Y eso supone fichar en el caladero de nuestros vecinos.

El Athletic es y debe hacerlo valer entre los jugadores del entorno, el equipo más atractivo para que cualquier jugador desarrolle su carrera como futbolista, ya sean de la primera plantilla o de categorías inferiores. Un equipo con compañeros con el mismo carácter y forma de ser donde es muy fácil integrarse.

El Athletic representa a todo un pueblo orgulloso de su carácter, de su trayectoria y de sus logros, un equipo que a pesar de la mercantilización del fútbol sigue adelante con su filosofía y que además funciona. Sus 120 años de historia en Primera división son fiel reflejo del resultado. Y cualquier jugador de Euskal Herria que juegue en el Athletic sabe que llevará esa etiqueta al mundo entero, pero si además podemos ofrecerles condiciones objetivas que superen lo que ofrecen nuestros vecinos será aún más fácil que quieran venir a jugar con nosotros.

Nuestra filosofía es única y aquí deben estar los mejores jugadores de Euskal Herria

Nuestras directivas deben proporcionar a los chavales y a sus familias la mejor atención posible, sobre todo a los que vienen de fuera de Bizkaia para que se encuentren a gusto entre nosotros. Procurarles las mejores instalaciones, los mejores profesores, médicos o psicólogos, facilitarles la integración y que hagan amigos, un entorno agradable de trabajo que haga más sencillo exigirles el máximo de sus posibilidades.

Cuando hablamos de jugadores consagrados debemos convencerles de que jugar en el Athletic representa y representara una mejora en sus carreras desde tres puntos de vista principales:

El aspecto económico que por supuesto es importante aunque a los aficionados preferimos que vengan por el amor a los colores, el deportivo ya que solamente el Athletic ha jugado en Europa con una cierta asiduidad o clasificado para finales de copa y el promocional, quizá podamos destacar aquí que en la última década el Athletic ha aportado diez jugadores a la selección española por solo cuatro de la Real Sociedad demostrando que es más sencillo revalorizarse aquí que en los equipos vecinos.

Estas ventajas comparativas deberíamos publicitarlas de forma expresa, de forma que cale el mensaje y a la hora de elegir equipo tengan el peso necesario para decantar la balanza a nuestro favor.

Nuestra filosofía es única y aquí deben estar los mejores jugadores de Euskal Herria

Hasta hace relativamente poco tiempo Athletic, Real, Osasuna, Eibar éramos hermanos, pero parece que se ha levantado un muro. Pues en el Athletic no hay muros, los queremos a todos aquí. Somos un equipo grande, el más grande del mundo y debemos hacer llegar este mensaje, debemos crear una marca Athletic, tenemos que ser activos en darnos a conocer, pero no de una forma esporádica sino continua, no solo cuando las cosas nos van bien, aún más cuando no nos van tan bien demostrando la grandeza de su afición y sus valores.

Si los vecinos se enfadan deben pensar que nuestros mejores jugadores también son tentados y fichados por clubes más poderosos económicamente, y no podemos oponernos a eso, pero sí podemos hacer sentir a estos jugadores que son nuestra familia. Lograr que estén a gusto entre nosotros para que les cueste más marcharse y, por supuesto, dejarles la puerta abierta si el futuro vuelve a hacernos coincidir por supuesto defendiendo nuestros intereses económicos como equipo.

Tenemos que inventar la cláusula “Anti-anti Athletic”.