Vivir o morir, pero dar la cara
A pocas horas de que comience "El partido", me veo casi en la obligación de escribir unas líneas sobre todo lo que rodea al encuentro. Los equipos están preparados y los entrenadores tienen las alineaciones decididas, pero lo realmente importante está en las calles de Gijón. Desde primera hora de la mañana las camisetas rojiblancas son las protagonistas de un día que marcará la temporada de dos de los conjuntos que luchan por ascender a Primera División.
A lo largo de la temporada la afición sportinguista ha sufrido, ha llorado, ha reído y también ha disfrutado de unos jugadores que están ante su particular mundial.
La derrota de España ante Holanda, la victoria de Italia ante Inglaterra o el "penalti" señalado a Brasil en el partido inaugural poco importan si se comparan con el Sporting - Las Palmas que comenzará en El Molinón a partir de las siete de la tarde.
Es fútbol, un juego sí, pero en el que hay muchos factores que rodean a un terreno de juego dónde esta tarde estarán miles de almas confiando, animando y deseando la ansiada remontada de su equipo. El Sporting necesita ganar el partido, puede ser el último del año o el segundo de cuatro encuentros que son los que separan la Liga Adelante de la Liga BBVA. Podrán pasar muchas cosas, pero lo que esta afición se merece es que los jugadores lo den todo sobre el campo, que luchen, que suden y que defiendan los colores como su gente lo hace desde sus casas o desde la grada.
Hoy es el día del todo o el nada, de seguir con vida o de morir a un paso de lograr el objetivo. Pase lo que pase, el Sporting tiene que dejar el pabellón bien alto, si hay que morir que sea matando porque es mejor morir de pie de vivir de rodillas.