Shatat y las trompetas del Apocalipsis
Se va Moayad Shatat, así, de pronto, anunciado mientras el club se entretenía jugando una pachanga con gente de los medios de comunicación. Se va sin previo aviso, en mitad de una campaña de abonos que tiene encendida a la afición. Con el director general (Vicente Casado) y el deportivo (Mario Husillos) emitiendo unos mensajes que suenan como las trompetas del Apocalipsis.
Se va Moayad Shatat, un hombre tranquilo, callado, poco amigo de aparecer en público. Todo lo contrario que su antecesor, Abdullah Ghubn, que amaba los baños de masas y enamoraba con su discurso. Pero al que el tiempo ha dejado como un mentiroso compulsivo que no cumplió prácticamente nada de lo prometido. En ese sentido, Shatat ha sido mucho más hábil. O más que hábil, tan prudente y de perfil bajo que apenas se le conoce promesa.
Ninguno de los dos seguirá en el Málaga y tampoco en NAS. Lo de Ghubn da para serial. Lo de Shatat sorprende porque en su infinita mesura era tan invisible que aparecer para esto ha hecho saltar las alarmas en el entorno malaguista. En su favor hay que añadir que parece que su marcha nace de un ataque de dignidad. Qué palabra tan en desuso...
Y ahora toma posiciones el hijo del jeque, Nasser, para asumir vaya usted a saber qué funciones. Que ya ha podido ser el número uno de su promoción en Harvard, Oxford o la UMA, que no deja de ser un crío elevado por su ‘desaparecido’ progenitor a la cúspide de un club que hace tiempo dejó a la deriva.
La falta de transparencia, la opacidad en el discurso, el desorden y caos a la hora de comunicar lo más mínimo que pasa de Martiricos hacia dentro, provoca que ahora mismo reine la intranquilidad entre los seguidores. Aunque muchos ya se lo toman a cachondeo. Es parte del espíritu malaguista, que nos da por reír en lugar de llorar.
Pero tranquilos que no se ha escrito el último capítulo. Todavía hay que descubrir qué pasa con los chinos y con otros posibles inversores; ver comenzar las obras de La Academia y saber qué pasa con esa noticia de que se podría construir un nuevo campo en Puerto de la Torre... Y todo eso sin salir de los despachos y pasar por el césped, que habrá que ver quién sigue y quién no.