Fin a las paradojas en los viajes del pasado
Un argumento clásico en los relatos que narran viajes en el tiempo plantea paradojas del tipo como qué pasaría si uno regresa al pasado y mata a su propio abuelo. Se trata de algo que carecería de sentido en sí mismo... o quizás no. Un científico del prestigioso MIT asegura que con las posibilidades que permite la física cuántica se eviten estas paradojas. En el trasfondo de todo esto late el estudio profundo de si las leyes de la física comprenden la posibilidad de que se viaje en el tiempo. Seth lloyd, este científico, cree que sí.
Supongamos que el tiempo, al que le suponemos una sola dirección inalterable, puede ser revertido. Ése sería el comienzo de un viaje al pasado y debería entrar en juego el llamado proceso de teletransporte cuántico para evitar las consabidas paradojas.
La mecánica cuántica esta plagada de extrañas consecuencias, una de las cuales es la llamada postselección: los ordenadores tradicionales se enfrentan a un problema de múltiples combinaciones variables y sólo una correcta mediante el procedimiento de probar una a una y dar con la solución. Sin embargo, la postselección sólo permite que las variables se seleccionen con la condición de que la respuesta sea correcta. La aplicación de este sistema acabaría con las paradojas... teóricamente.
Según Lloyd, si se combina la postselección con la teletransportación cuántica podríamos construir una máquina del tiempo libre de paradojas. El teletransporte cuántico aprovecha un efecto conocido como entrelazamiento cuántico para reproducir en un punto del espacio un estado cuántico que existía antes en otro sitio, y Lloyd cree que puede utilizarse la postselección para que este proceso ocurra a la inversa. La postselección aseguraría que sólo se pueda teletransportar determinados estados cuánticos, limitando los estados en podría encontrarse la partícula original antes de ser teletransportada.
Teóricamente la solución está al alcance de nuestras manos. Insisto en lo de teórico.