Elecciones o divisiones
Rafa Beato, Diario MARCA
Cada cuatro años, si no media catástrofe, el Athletic se ve sacudido por un movimiento sísmico denominado elecciones. Aseguran que son a presidente y junta directiva, pero la terca realidad nos dice que son comicios a presidente, sí, pero también a entrenador y, ¡oh sorpresa!, hasta a sistema de juego, una de las novedades que presentan las que nos ocupan en la actualidad. Ante la falta de argumentos deportivos y económicos a los que hincar el diente, hete aquí que ahora ha de discutirse hasta cómo debe jugar el equipo para dar más espectáculo. Cosas veredes…
La campaña está siendo un déja vu en toda regla, muy parecida a la de 2001 con Uria y Lamikiz en la liza. García Macua ya tiene callo en estas lides y Urrutia, nuevo en la plaza, está rodeado de auténticos expertos en diseñar estrategias y preparar elecciones en el pasado. Ambos están cumpliendo a rajatabla un guión previsible. Nada nuevo bajo el sol. Ataques del ex presidente y silencios del novato aspirante que sigue haciendo de la discrección su mejor aliado.
No ha lugar a la sorpresa ni a las novedades porque las habas son contadísimas. Eso sí, desgraciadamente para la denominada familia rojiblanca, ésta es una época de divisiones y peleas entre sus miembros, de agudizar tensiones y diferencias entre bandos, algo nada recomendable para el buen caminar del club por mucho que la falta de confrontaciones públicas entre candidatos haya evitado aún más enconamientos verbales, lo que tampoco está mal. Como no lo es la salud de la institución, a pesar del terremoto electoral.