Ilusión y tranquilidad, una obligación de todos
Ser neutral e imparcial con los acontecimientos y asuntos que rodean al Athletic se ha vuelto una tarea casi imposible para una mayoría de los socios de nuestro querido Club. Los socios y aficionados podemos alabar o criticar las decisiones que se van tomando con limpieza y sin estar alineados con nadie ni contra nadie. Ni todo está bien ni todo está mal. Ni eres de unos ni eres de los otros. IMPARCIALIDAD y LIMPIEZA.
Pensar que Bielsa ha hecho una buena labor, aportando frescura y protagonismo en algunos aspectos que teníamos olvidados, no excusándose ante los malos partidos, no es contradictorio con pensar que su gestión del grupo humano que dirigía y su relación con la actual directiva no ha sido exitosa precisamente. Y eso es parte también de su trabajo. Despedirle con naturalidad desde la gratitud y la cortesía ha sido lo normal.
Pensar que traspasar a un jugador por 40 millones es una gran noticia, sobre todo si la voluntad de marcharse es del jugador, o la de retener a otro contra su voluntad si es por el bien deportivo del grupo ante la falta de efectivos de garantías en ataque, o dejar sin jugar a otro por su no renovación, es tan lícito como opinar lo contrario. Desearles suerte y éxito en sus próximos destinos no implica estar de acuerdo en sus decisiones.
Comienza una nueva temporada, ilusionante a todas luces, con un nuevo entrenador al que tengo el gusto de conocer, y que ha hecho de la naturalidad y sensatez uno de sus modus operandi para alcanzar unas grandes dotes de liderazgo, lo que unido a sus conocimientos futbolísticos hacen presagiar buenos momentos. Mucha suerte para Ernesto y su equipo de trabajo.
Nuevos jugadores y nuevas ilusiones, todos ellos con pasado en la casa, hacen vislumbrar que la adaptación será rápida y adecuada. Bajas y cesiones obligadas, dolorosas pero inevitables. Mucha suerte a todos ellos.
Dejo para el final a nuestro querido San Mamés, incomparable e inolvidable, para darle la bienvenida a San Mamés Barria, nuestro próximo hogar, al que desde aquí le deseo nos traiga como en Navidad, ILUSION y TRANQUILIDAD.
Por Toño Vadillo. Entrenador del CD Santurtzi.
Técnico Superior de Deporte. Entrenador Nacional Nivel III.
Profesor Escuela Bizkaína de Entrenadores. Socio del Athletic Club.