Cuestión de cultura
Escuchaba la pasada semana a Sami Hypiaä, entrenador del Bayer Leverkusen, que no sabía si su estadio, el BayArena, se llenaría en el encuentro de Champions ante la Real Sociedad porque los horarios de los partidos europeos son muy tardíos. Horarios complicados para sus aficionados que gustan de acercarse en familia con los niños a los encuentros. ¿Qué pensará entonces el bueno de Sami sobre la afluencia a San Mamés un lunes a las diez de la noche?
Y es que en Alemania, el país europeo a la vanguardia en estos tiempos de crisis, han logrado tener una liga con equipos saneados económicamente y estadios a rebosar en cada jornada y con entradas a 15 euros por partido y abonos de apenas 200 o 300 euros para toda la temporada. Cuestión de cultura.
Por su parte, el Athletic debe convivir en la liga española con el timo de la estampita al que le someten los dos ‘jefes’ Real Madrid y Barcelona con el apoyo de la LFP y las televisiones. No es de recibo que el socio rojiblanco pague religiosamente su cuota al club y sólo haya podido acudir un domingo a San Mamés.
El fútbol, como lo conocía un servidor, se jugaba el domingo a las cinco de la tarde. Uno acudía a la ‘Catedral’ siempre que podía acompañado por su aita en un horario apto para el público infantil. Lo de los encuentros a las diez de la noche no sólo no es apto para los niños sino perjudicial para los adultos.
Claro, en Alemania los adultos trabajan al día siguiente y las 20.45 de un día entre semana les parece muy tarde. En España, en cambio, como la mayoría están en el paro, no deben preocuparse por madrugar a la mañana siguiente.
Acepto que los clubes vendieron hace tiempo su alma al diablo, disfrazado de operador televisivo, pero el Athletic es algo más. Incluso en sus cuentas, que se conocerán la próxima semana, los ingresos por derechos televisivos no llegan al 50%. ‘El club es de los socios’ se les llena a muchos la boca al decirlo. Sin embargo, parecen los más ninguneados y el club asiste al circo impasible.
Hubo un tiempo en el que el Athletic tenía voz y voto en la Liga. Hace años, incluso décadas que lo perdió. El binomio Real Madrid – Barcelona dirige todos los estamentos profesionales del fútbol. El Sevilla con Del Nido abanderó un grupo de oposición en el que el Athletic quería también reivindicarse pero parece haberse disuelto como un azucarillo en el café.
No corren buenos tiempos para el Athletic en este sentido. Una afición siempre fiel hasta la fecha a pesar de las cornadas recibidas por quienes manejan el cotarro. Sin embargo, oigo a muchos socios a diario estar ya cansados. Si el horario, la lluvia o el frío comienzan a servir de excusa para no acudir a San Mamés, el Athletic tiene un serio problema y debe tratar de corregirlo cuanto antes. Es una cuestión de cultura, la del Athletic.
Por Gorka Acitores, Periodista de Onda Cero.
@gacitores