El Athletic de Marcelino se postula para la final
Mereció la pena, sí. Y mucho. Viajar al 'Ciutat de Valencia' con todas las alforjas que a su disposición tenía Marcelino García Toral. No iba de farol. El Athletic Club regresa a Bilbao con la mejor de las sensaciones: haber demostrado una superioridad insultante sobre la UD Levante. Un equipo, el granota, crecido merced de sus últimos resultados. Ese cero goles a dos que le encajó a un Atletico de Madrid instalado en lo más alto de la tabla. Y, en especial, luego de haber cosechado un empate en el partido de ida de la semifinal copera. Un [1-1] que, de no ser alterado por el Athletic en la vuelta del jueves, 4 de marzo, metería a los de Paco López en esa 'segunda final de La Cartuja'. Las sensaciones que se han desprendido de este choque ligero convierten al Athletic en claro favorito. Si se trataba de un ensayo en el que el uno y el otro se vieran forzados a mostrar su potencial, Paco López tiene serios motivos para ahogarse en un mar de dudas. En el luminoso, el [1-1] como calco. Y sin embargo...
De entrada, o comenzando por ese final en el que los entrenadores cierran los partidos con sus declaraciones, Marcelino. Por fin. Ya era hora. Momento para no irse por las ramas, y sí, para convertirse en el 'Tío de la Vara'. Las verdades del barquero. Marcelino: al pan, pan; y al vino, vino. En un partido en el que el Athletic se podía haber ido al descanso con una amplia ventaja, lo de siempre. El enésimo empate. Forjado a base del desperdicio de tantas y tan claras ocasiones para marcar. En el haber. Vacío existencial insoportable. Y en el debe, ¡ay, en el debe! En este apartado, por fin, un entrenador valiente que no se dedica a 'blanquear' "errores muy de bulto" de sus jugadores. De una amplia victoria a esa igualada final que ha hecho estallar al técnico del Athletic. "Estoy hasta las narices". Tantos empates "me están atolondrando". Sabe Marcelino el por qué de estos resultados. Y así como en otro tiempo no ocurría, en esta etapa del técnico asturiano al mando del Athletic ha llegado la hora de 'señalar'. Sin necesidad de nominar a los que hierran de gravedad en "aciones tan sencillas".
Jugaba el Athletic de lujo. Transiciones tan limpias como meritorias. La impronta de Marcelino. Así juega el Athletic. ¿Cómo? ¡Así!, ya se ha dicho. Trenzando. Y llegando. Pasmado Paco López desde su celda a cielo abierto. Sucedía que en el momento supremo, lo de siempre, incapaces de marcar, verdugos atípicos por aquello de no cumplir con su cometido. Para 'matar ' se les paga a los futbolistas. Y en el caso del Athletic, el cronista, 'atolondrado' también como Marcelino, se ha llegado a plantear si tanto gol desperdiciado es a causa de la dichosa ''falta de pericia' o por una 'bondad cristiana' que les exige no dañar ni a su enemigo. Valía la 'falta de pericia' para entender tanto desperdicio y en tantos partidos. Sacó Marcelo Bielsa la palabra a colación. Maldita palabra porque ha llegado a 'hacerse carne' y a 'habitar' en todas las acciones
de ataque protagonizadas por los leones. Ha tenido que retirase Aritz Aduriz al borde de la cuarentena para que el Athleticzale se diera cuenta del tremendo peso que el 'Zorro' tenía en el apartado atacante de los leones.
"Nosotros tenemos siete y solo trasformamos una". "El rival, una de una", o sea, un 100% de acierto". Enfado, rabia, gritos en soledad. Porque el cronista estaba mimetizando el serio cabreo de Marcelino. No era para menos. "Debemos dar la máxima importancia a todas las acciones". Eso es. De eso se trata. Porque un partido de fútbol es una continua sucesión de 'acciones'. De todo tipo. En ataque y en defensa. Control, pase o conducción. Disparo lejano o [en el caso del Athletic] la ausencia de un remate a bocajarro. Y a la hora de minimizar el poderío ofensivo del rival, concentración sin descanso. Porque a la mínima, "el rival nos castiga", y los puntos vuelan.
Ya le había dado un 'aviso' al banquillo recién iniciado el partido. Dos minutos antes de la 'hora de la mentira', Unai Nuñez y ese susto al ver cómo resbalaba por pensar en lo que haría con el balón antes de haberlo controlado. Yeray. ¡Mucho Yeray! Unai López y Dani García no estaban. Vesga. Vencedor con la pelota. Los laterales adelantados. Broma gutxi.
Se hace un lío. El balón es un instrumento que lo supera. Un futbolista del Portu confesó que la diferencia entre categorías se manifiesta a la hora de tomar decisiones: vertiginosa. Y que los errores se pagan muy caro. Es el caso que nos ocupa. Vencedor, hundido en lodo mientras el rival corre veloz en busca de la portería de un Unai Simón, que no había sido exigido en ningún momento. Unai Núñez midiendo velocidades. Ya en el área, se ve obligado a 'ir abajo'. Penalti. Gol. "Tenemos que dar importancia a cada acción". Un "error muy de bulto". Castigo duro. La pena máxima. En otra época, muy cercana en el tiempo, Gaizka Garitano se habría venido arriba en la sala de prensa: "¡Vencedor es el puto amo!" Marcelino, en cambio, señaló de manera tan gráfica que no hacía falta nominar al futbolista cuyo "error de bulto" le había dado alas a un Levante al que el Athletic lo tenía agarrado de 'lo más suyo'.
¡Qué injusto!, apunté en el cuaderno con letra de médico malo. Injusticia a medías subsanada por 'Rulo' y su perfección a la hora de golpear desde el punto de penalti. Quedaba un mundo. Marcelino habría de confesar que "el equipo pecó de conformista" en el tramo final. Para conformismo, el del amigo Paco López. Se atrincheró. Creí ver sacos térreos como escudo. Buena señal. El Levante lo fiaba todo a la suerte de acertar en burdos contraataques. El Athletic,
temeroso de Fortuna. No era para menos. Mientras para el Levante todo era el 'Cuerno y su abundancia', al Athletic, moneda falsa. Y de Ocasión, la del largo mechón y el resto, calva, de picos pardos la muy cabrona. El próximo jueves, cuando Levante y Athletic se vuelvan a ver las caras, si Marcelino se ha 'cagado' en alguien como es debido, los leones están obligados a plasmar sobre el césped del 'Ciutat de Valencia' una suficiencia que lo meta en su segunda final de Copa de la Cartuja'.
JO TA KE!!!
Haremos historia