Tan 'feo' como ganador
Decía este lunes Jesús Pérez Baraja, desde el propio Estadio Benito Villamarín, que 'no es casualidad' la situación del Real Valladolid. Obviamente, el equipo de Sergio González está en la zona europea por méritos propios. El conjunto pucelano tiene unas señas de identidad muy marcadas. Las tiene ahora, tras cuatro victorias consecutivas, pero también las tenía al inicio de temporada, cuando el equipo no ganaba y era incapaz de hacer un gol.
En ese tiempo en el que los de Sergio González no hicieron ni un tanto en los primeros cuatro partidos ligueros, el Pucela ya dejaba señas de identidad de su juego. Desde ese momento, e incluso durante la pretemporada, los blanquivioleta confirmaban que eran un equipo difícil de ganar.
Desde el principio, el Real Valladolid ha sabido que su exigencia era la de marcadores cortos y la de conseguir llevar los partidos a 'su' terreno. Éste no es un equipo al que se le pueda exigir, de momento, tres goles para ganar. El Pucela necesita exprimir sus tantos y saber sacar partido a las pocas veces que vea puerta.
Cara de ganador
Así ha ocurrido en las tres últimas fechas y casi ocurre en las primeras jornadas ligueras. El Real Valladolid vive al límite de un gol. Es una exigencia que no siempre sale de cara pero que, por fortuna, está sonriendo al equipo blanquivioleta.
"El Real Valladolid entiende que su exigencia es la de marcadores cortos. Lo entendió hace semanas y lo ejemplifica ahora"
Sabiendo mantener ese estilo cuando el equipo no ganaba, el Pucela sonríe de tal manera que, ahora, tiene cara de ganador. Es un rival 'feo' en su juego pero que sabe ganar y ganar. Todo porque nadie perdió la compostura cuando el equipo llegó, incluso, a estar en la zona de descenso y era el único conjunto español sin anotar un gol.