¿Quién está mintiendo aquí?
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Fin de la legislatura. Acabó una pesadilla de cuatro años. Se ha hecho interminable. No soporto la democracia. Reniego del sufragio universal. La historia da continuamente la razón a Platón en aquello de que ésta es de las peores formas de gobierno, ya que el pueblo siempre vota al que mejor engaña, y quien consigue el poder engañando al pueblo tiene todas las papeletas para convertir la democracia en tiranía, tal como ha ocurrido en España. Pese a mi agudo escepticismo, jamás imaginé que, en mi país, en democracia, en pleno siglo XXI, fuese a padecer un gobierrno que cargara directamente contra los ciudadanos, empobreciéndolos, amenazándolos, asustándolos, mintiéndoles, robándoles... Ha sido inhumano. La mayor estafa electoral de la historia de nuestra democracia.
Que el pueblo se deje engañar tampoco justifica moralmente al que lo engaña. Se han pasado. Han gobernado sólo para sus amigos los ricos. Han rebosado de corrupción hasta el límite. Los tópicos sobre la mala leche de la izquierda y la brutalidad de la derecha han convergido hasta el vértice de la ultraderecha rancia —representada por el gobierno de Rajoy—, en la que han coexistido la brutalidad clásica y una novedosa mala leche salpicada de un resentimiento atroz contra todos aquellos sectores sociales en los que saben que nunca conquistarán el voto. Han buscado el amparo moral de la Iglesia mientras se han limpiado la pirindola con todos los valores cristianos, uno por uno y uno detrás de otro. Encima cínicos. Su trabajo más concienzudo ha sido el de reventar a Podemos usando como ariete el terrorismo informativo ejercido a través de decenas de medios de comunicación públicos y privados. Han ultrajado la cultura, el único armamento real que pueden tener los pueblos para defenderse del tirano —especialmente los pobres—. Nos han chuleado y bien.
A partir de ahora habrá que temer a las mayorías absolutas como a una gorra de plato cualquiera. Después de lo visto no es para menos. Aunque insisto. Este es el resultado del sufragio universal. Porque lo más lamentable se deriva de las encuestas. A fecha de hoy, un 27 % del electorado pretende seguir votándolos. Es lógico que los agraciados por la política de un gobierno vuelvan a confiarles el voto. Pero en este país de lerdos, resulta estadísticamente imposible que un 27% esté en esa situación. No es una cuestión ideológica, sino matemática. Aun así, van a batir el récord de pérdida de escaños en una sola legislatura. Aznar advirtiendo. Ellos, como buenos necios, mirando el dedo que señala la luna en lugar de mirar a la luna misma. Pero ni siquiera esta pérdida me consuela como ciudadano. No confío en que la justicia sea capaz de hacerles pagar (¿cuántos están metidos en mierda hasta las cejas?) todo el terrorismo económico de Estado que llevan practicando de Génova hasta Suiza desde el 20 de noviembre del 2011, día señalado en negro en el calendario español por la muerte de un tirano y el nacimiento de otro.
Todo ha sido una gran mentira. Pero la pregunta que más miedo me da hacer es ¿quién ha sido más mentiroso? Si tú, primo, por ejemplo, tienes que informar de una noticia a sabiendas de que es mentira, ¿quién crees que está mintiendo más, el que se inventa la mentira o tú que se la cuentas a la gente? Y en todo caso, ¿quién crees que es más responsable de la manipulación informativa, el gobernante o el periodista? Lamento la época que profesionalmente os ha tocado vivir. Los que hacéis fútbol podéis respirar. Pero a los que hacen política supongo que la saliva se les habrá convertido en bilis, si tienen un mínimo de sensibilidad y conciencia social. Su responsabilidad en todo esto es casi la misma que la del gobernante y, si me apuras, en algún sentido superior. El que miente y estafa a la población es el gobernante, pero el que tiene que optar por abrirnos los ojos o terminar de cerrárnoslos es precisamente el que cuenta la mentira, el que la desmiente o el que la calla. Y ya por curiosidad, primo: ¿tú sabes si cuando un locutor se dirige a la audiencia y usa los términos "recuperación económica" o "creación de empleo", se queda tan fresco o a continuación se emborracha?
JUAN CARLOS ARAGÓN
La mentira a menudo no tiene un valor absoluto. El eufemismo no es una mentira, palabras como recesión, regeneración política etc etc... esconden mentiras porque están vacías, pero en sí no son una mentira. Cualquiera que haga carnaval sabe perfectamente que confundir la verdad con la emoción también es mentir entonces, es una mentira de púlpito y evangelio, por cierto, de esas que buscan fidelizar, Hay palabras como libertad o verdad que están ya tan manías y tan maltratadas por los autores que han perdido su valor. Con esto de que hasta los mas bajunos tienen una opinión que vale lo mismo que la de cualquiera, hoy se pone en la tele a pelear a Belén Esteban y Umberto Eco sobre semiología, y gana Belén Esteban, porque tiene derecho a poder ganar , y lo ha hecho muy bien: si esto es la libertad de la chusma selecta, sólo cabe esperar un futuro distópico,.. el que tú alimentas compañero tseudofilósofo.
Hay que ser gobernados por sabios, y los sabios nunca serán elegidos en elecciones porque los sabios no son populares, y los que trabajáis la popularidad a menudo os olvidáis de la sabiduria... lo peor es que desde los púlpitos del populacho se estimulan mensajes como "TODAS LOS OPINIONES VALEN LO MISMO" y fomentáis que si en televisión debaten Belén Esteban con un jurista, el debate lo gane Belén Esteban, porque chilla mas en la tele, y como todas las opiniones valen lo mismo... y eso es libertad no?? Tened cuidado con los conceptos que defendéis desde vuestro púlpito que vaya asociado a la palabra libertad o democracia, porque al final el carnaval es el primero que contribuye a que se atrofien esos conceptos, y dejen de valer algo.
Genial artículo, una vez más. Aunque me da pena decirlo, me gustaría que JC se mojase un poco más en estos días de campaña. Me da pena porque no debería hacer falta que un autor influyera en el voto de alguien, pero es así. Hay gente que sigue a JC y dice "que malos son los del PP, voy a votar al PSOE o a Ciudadanos" y se queda tan ancha. Me gustaría que Jc se mojase aún más (si puede), por el cambio. Entre todos tenemos que abrir los ojos de muchas personas que no ven más allá de los titulares y de la prensa televisiva, que vomita odio contra Podemos día tras día. JC, te necesitamos, que lo de Kichi no sea en vano es labor de todos. Tú tienes una cantidad de seguidores y un medio para expresarte, aprovéchalo antes de las elecciones, que para Febrero será muy tarde. Yo, como muchos otros, pondré mi granito de arena y pegaré carteles por el cambio. Gracias de antemano, Juan Carlos, y luchemos por el cambio entre todos.