Los domingos que me debes no son los que ‘me quitaste’, sino los que no me vas a poder dar. Sólo alguien que te admira como yo se atreve a despedirte pidiendo, con todo lo bueno que ya nos has regalado. Pero es que me dejas huérfano, Juan. Como a tantos enamorados de tu obra, de tu música, de tu poesía, de tu forma inconfundible e inigualable de escribir y hacer Carnaval. Desde hoy me debes de por vida el correo de cada viernes y el whatsapp de cada domingo. “Sosio, ¿y el artículo?”. Eso digo yo ahora...
Así anuncié tu fichaje por ElDesmarque en 2015. No se me olvida.
También recuerdo a menudo esto que escribiste hace diez años en el Diario de Cádiz rememorando tu visita a Montevideo con Araka la Kana:
“Incluso vi personalmente a través de los cristales del bus a mi sublime maestro de la poesía social: al mismísimo Mario Benedetti. El cicerone paró el bus para que me bajase y lo saludara. Pero yo preferí conformarme con haberlo visto, allí, en su barrio, en su calle, viejecito y entrañable, y conservarlo dentro de la mítica burbuja en la que siempre lo tuve”.
Lo recuerdo porque, en cierto modo, incluso hablando contigo cada semana, tomándome alguna que otra licencia (las justas) y con la confianza que nos dio el paso del tiempo, nunca dejé de mirarte a través del cristal.
Esto que enlazo aquí es un tomo imprescindible de tu legado.
Son más de cuatro años de crítica, humor, indignación, ironía, ideales, doctrina, política, poesía, música, filosofía, reflexión, revolución, carnaval, fútbol, Cádiz…
Gracias por tan valioso tesoro.
Y aún más que domingos, me debes febreros. Tus comparsas, tus letras, tus músicas, tus repertorios son mi banda sonora del siglo XXI. Yo nunca levanté el puño, ni fui el mayor de los rebeldes. Pero tu canción espoleó mi conciencia, avivó mi pasión y alimentó mi inconformismo. Contigo canté cada día de las dos últimas décadas...
Qué orgullo haber llevado tu nombre asociado al de Cádiz. Qué orgullo ser un humilde embajador de Juan Carlos Aragón allá por donde voy.
Te echaré de menos.
Buena eternidad, Capitán.
CARLOS TUR
Me identifico muchísimo, Carlos, con todo lo que dices, parece que le has dado voz a mis pensamientos, y lo único que espero es que conservéis ese blog al alcance de todos, como ahora, para que siempre tengamos acceso a esa mezcla de poesía, política, filosofía, música y carnaval que nos ha dejado Juan Carlos. A veces parecía más un manual para la vida que una entrada de blog dominical. Por cierto, aprovecho la ocasión para felicitaros por la fantástica web que tenéis, alejada del cutrerío de otras que cubren la actualidad deportiva de Cádiz y del Cádiz CF. Un abrazo :)
Mario Benedetti falleció el mismo dìa que El Capitán. Las cosas del destino.