Peter Lim y sus amigos
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El Valencia CF ficha a Rodrigo Caio
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Así va el mercado del Valencia CF
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Las primeras palabras de Rodrigo Caio a su afición
Amigos no futboleros, tomen asiento y ármense de paciencia, que hoy va una columna de las de balón, césped, intrigas de palco vip, malos rollos, desengaños y preguntas que sólo se quedan sin respuesta en un club de fútbol.
Porque lo de Rodrigo Caio, a la sazón el último fichaje del Valencia CF, ha caído como un jarro de agua fría en las oficinas de la calle Micer Mascó y como si fuera una bomba de atómica en las de la Ciudad Deportiva de Paterna, dónde Salvo, Rufete y sus más cercanos se encerraron el viernes para ver qué estrategia seguir tras el Pearl Harbour que ha montado Jorge Mendes fichando al mediocentro brasileño a espaldas de todo el mundo… Menos de Nuno.
A estas alturas habrán leído ríos de tinta, escuchado horas de radio y visto minutos de televisión sobre si es un fichaje de Nuno y de Mendes; sobre si Rufete se enteró o no cuando estaba firmado; sobre si a Salvo le dio un patatús cuando leyó en su móvil varias llamadas perdidas y decenas de whatsapps diciéndole que su club había soltado un pastizal (casi diecisiete kilos) por un chaval, que apunta muy buenas maneras, pero que, no es ni de lejos lo que esperaba la afición para ese Valencia de relumbrón, de grandes fichajes y que tiene que competir en la próxima edición de la Liga de Campeones. Si no lo han hecho, sino están puntualmente informados, como por ejemplo le habrá pasado a mi amiga Esme que celebraba años este domingo, le recomiendo que pinchen aquí y aquí para ponerse en situación.
Entiendo a Salvo y Rufete
Prosigo. Entiendo que Salvo y Rufo estén quemados porque la situación no debe ser fácil de llevar. “Hoy miramos a Imbula y por detrás los amigos del jefe nos firman al brasilero”, deben pensar. Y encima, con luz y taquígrafos. A fin de cuentas, son los amigos del dueño y el dueño, como ha pasado siempre, es el que manda. Si a Lim le convencieron, pues Caio para acá.
Ahora, aún entiendo más que Salvo y Rufete se sientan engañados por Nuno (Engaño sí, traición no porque traicionarte sólo puede hacerlo alguien de quien te fías). Tiene que ser duro estar encerrado con el entrenador durante dos días y que, a las primeras de cambio, haga lo contrario que te dijo.
Superado este punto, te aseguro querido lector que no sé si este fichaje es:
a) una venganza/capricho de Nuno por haberse quedado a dos velas en diciembre (además de Enzo Pérez quería reestructurar el club);
b) una demostración de poder de Jorge Mendes con Peter Lim o
c) simplemente un negocio futbolístico en el que el Valencia es el huésped, cosa que no creo y no me gusta un pelo. Es más, si el agente luso tiene poderes para firmar, y el criterio principal para decidir entre éste o aquel futbolista es que le guste al representante y a su entrenador, va a ser la tónica habitual, me empezaría a preocupar. Que decida el dueño sí, que decidan sus amigos, no.
¿Un medley de fichajes?
Vaya por delante que, dimes y diretes a parte, todo es mejor que una posible desaparición como la que el Valencia estaba abocado hace dos años, y que no tenía duda que la llegada de Peter Lim iba a implicar cambios sustanciales en la forma de trabajar, pero seguro que hay caminos mejores para llegar al mismo fin. Entiendo que hay que pagar un canon y que el magnate de Singapur es el dueño, pero hay “maneras de vivir”, que diría el gran Rosendo, o de convivir, añade un servidor.
El verano pasado fue bien con un medley entre fichajes de Rufete y de Meriton, pero no olvidemos que los del primero jugaron más y mejor. Y no lo digo sólo porque me solidarice con los que públicamente han quedado desenfocados en esta fotografía, que lo siento por ellos y por su amor propio, sino porque tendremos todos, yo el primero, recordar y replantearnos qué Valencia tenemos y qué Valencia tendremos. Lanzo algunas preguntas al aire para la reflexión.
Primera pregunta que me surge: ¿Quién firmó en Brasil a Rodrigo Caio? ¿Tiene Jorge Mendes poderes para contratar en nombre del Valencia o por lo menos tuvo que llamar a Peter Lim?
Segunda pregunta: ¿Estaba enterada Layhoon del movimiento? ¿Le parece bien que ‘su’ Valencia se gaste una millonada en un mediocentro que no es de consenso, ni el preferido del director deportivo ni del presidente ejecutivo a los que tiene que ver a diario?
Tercera pregunta: ¿Es este el Valencia que la presidenta Layhoon dibujó en la Junta del 1 de diciembre en su nombre y en el de Peter Lim?
Cuarta. Conociendo a Amadeo Salvo, que no rehúye la pelea para defender los intereses que él cree mejores para el Valencia ¿cuál va a ser su siguiente paso? Me consta que la tarde-noche del viernes estuvo reunido con Rufete, cabreado, y dándole vueltas a la cabeza sobre cómo seguir en la lucha… De momento sigue como presidente ejecutivo del Valencia y con Rufete como escudero. ¿Qué hará? ¿Habrá nueva charla con Nuno? Peter Lim (Layhoon) debería tomar cartas en el asunto y limitar el poder de Jorge Mendes. El tiempo dirá.
Y quinta, última y más importante. ¿Qué opina la afición del asunto? Mestalla y los resultados serán, como siempre, soberanos.
Con todo, la sensación (espero equivocarme) que me deja este mal rollo es la inquietud por si a algunos el Valencia les importa un bledo, y me hastía pensar que podamos volver a los tiempos en que las guerras internas eran la tónica habitual. Eso sí, lo preocupante es que en aquel tiempo (Braulio vs Llorente; Benítez vs Suso; Carboni vs Quique; Ortí, Roig, Soler, Pizzi, etc…) los proyectiles eran piedras y ahora son bombas de 12’5 millones de euros más incentivos… Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque Valencia