Nuno está de Rodríguez
Estar de Rodríguez es una sensación agridulce. Las primeras horas que estás solo todo es de color de rosa y los planes que te vienen a la cabeza son 'superguays' e inimaginables. "Quedaré con éste, iré acá, veré lo que quiera en la tele, pondré el aire acondicionado a 18 grados, dormiré más ancho etc, etc, etc...
Sin embargo, con el paso de los días y después de la primera noche la soledad empieza a calarte, a hacerte efecto. Trabajas más, es cierto, y tu empresa lo agradece, pero eres menos feliz. Lo que prometía tanto al principio empieza a chocar contra el malecón de la dura realidad. Echas de menos a tu mujer y a tu hijo, tu calidad de vida empieza a decaer a pasos agigantados (peores comidas, cama sin hacer, sin horario, sin rutina...) Y acabas deseando que llegue el día de coger el coche e ir a por ellos. Obviamente cuando les ves les aseguras que "toooodo" ha sido de color de rosa, pero en el fondo rezas para que tarde, al menos otro año, en repetirse la desagradable experiencia. Les prometo que sé de que hablo.
Pues bien, a Nuno con el Valencia le pasa algo ciertamente similar. El técnico está de dulce, se las promete muy felices y le veo en una posición de privilegio. Contesta con cierta condescendencia a las preguntas de la prensa y, aunque de sus frases no oirás nunca una frase fuera de lugar, se le nota seguro de sí mismo, pero tiene un punto de cierta arrogancia peligroso. Y, ojo, a mí eso no me disgusta del todo. Creo que la cabeza visible del proyecto del Valencia -y él, aunque no lo quiera reconocer ahora lo es- debe ser segura y tener cierto punto de altanería. Ahora bien, tres virtudes que jamás deber perder son la magnanimidad hacia quien no piensa como él, la capacidad analítica para saber dónde está y la humildad. Porque Nuno, como todos en este planeta llamado fútbol, está sujeto a los vaivenes de la pelota.
Sí, sí, ya sé que están Layhoon, Peter Lim y Jorge Mendes pero todavía están lejos, de vacaciones (si seguimos con la metáfora). Pero el que está al pie del cañón en el hogar, en el trabajo, a la hora de ir a la compra y poner las lavadoras en este Valencia es Nuno.
Nuno, definitivamente, está de Rodríguez, pero en la primera fase. En esa en la que lo ves todo bonito, te las prometes muy felices, y no eres consciente de que, por delante, te viene un período en el que vas a currar más, vas a echar de menos a los tuyos y que desearías que tu familia (tus jugadores en su caso) estén siempre a tu lado. Porque, que no lo dude, la soledad te va a visitar tarde o temprano y en ese momento le encantará tener a alguien al otro lado del hilo telefónico o de 'guasap' con quien desahogarse y compartir la responsabilidad y las vicisitudes de la vida y del cargo, que en su caso son muchas.
Me gusta el fútbol
Y eso que el fútbol es un tsunami que arrasa con casi todo. Porque no me digan que no fue empezar la dichosa Audi Cup esa y cambiar radicalmente nuestro enfoque. Fue ver el tren inferior de Zakaria Bakkali, la madurez futbolística incontestable de Gayà, la mejoría física de Negredo y el desparpajo de los más jóvenes con Santi Mina a la cabeza, y se me (nos) fueron todos los males; las dimisiones, los adioses, si los fichajes son de Mendes o no etc... ¿El resultado del torneo? Siempre es lo de menos a estas alturas de la temporada, pero a los futboleros nos encanta ganar hasta las pachangas. Porque... ¿a quién le molesta una copa más en las vitrinas verdad? Así que, perder por penaltis la final a mí me picó.
De porteros acaba la cosa
Y como la cosa va de porteros (Nuno lo fue) no quisiera terminar sin hacer referencia al adiós de Iker Casillas del Real Madrid y a Jaume Doménech. Que haya clubes (como el merengue) que se vanaglorien de su señorío y que despidan a sus estrellas de forma tan indigna como ha hecho el Madrid con Iker, me ha recordado el adiós de muchos mitos en el Valencia. Sé que este tema es recurrente, pero me hierve la sangre ver como los referentes de este país, en el caso del internacional, y del Valencia en particular salen por la puerta de atrás. (El último, Baraja). Como lo que sucedió no tiene vuelta atrás, sólo espero, pido y confío en que no se repita.
Para no acabar con un amargo sabor de boca, mención a parte merece Jaume Doménech. La diosa fortuna le ha otorgado la oportunidad de lucirse en la pretemporada en Austria y a mí me ha convencido. A poco que Yoel se entone, creo que el Valencia se debería haber planteado la posibilidad de aguantar con los dos hasta que vuelva Diego Alves.
En todo caso, y viendo que a Nuno le urge fichar a un guardameta, lo que para mí sí que ha quedado claro es que el Valencia no debería contratar a un portero de primerísimo nivel que corte la trayectoria del Gato de Almenara (qué entrevistón, Laura). Si lo hacen a este chaval hay que darle salida porque futuro y personalidad tiene de sobra.
Pero eso, como tantas otras cosas en este Valencia será ya cosa de Nuno y su recién estrenado cargo "de Rodríguez". Tu suerte míster, será la del Valencia. Así que te deseo la mejor del mundo. Y si necesitas ayuda, no te cortes, llama que estar sólo está bien para un rato, pero al final el hombre es un animal social y necesita rodearse de gente. Así que, si le apetece y llega a tiempo de China, el domingo celebramos la final del XXII Torneo de Fútbol Playa Ciudad de Valencia en Las Arenas. Invitado está. Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia
