La familia: Amadeo Salvo, Nuno, Otamendi y Negredo 

Esta semana cumplí 40 años. Recibí multitud de mensajes, llamadas, guasaps y mensajes en el Facebook. Gracias a todos, me es imposible contestaros, pero os quiero. Os quiero casi tanto como Zanon_SHK, el rapero valenciano y valencianista, quiere al Valencia. Por cierto, os recomiendo escuchar su canción “Alé Valencia”. A mí me encanta.

El caso es que de todos los mensajes de afecto que he recibido, uno de los que más me impactó por su emisor y por su contenido fue el de mi padre. Su whatsapp decía así:
“Felicidades hijo mío, entras en la mejor etapa de tu vida. Vívela con lo mejor que tienes, toda tu familia. Te quiero, Papá”.
Son los típicos mensajes que te dejan pensativo, que te ubican en el mundo a pesar de que pienses que con 40 lo tienes casi hecho y eres el rey del planeta.
En esos desvelos andaba cuando me entraron un par de llamadas que me devolvieron a la realidad. Una, del periódico, en la que me contaban que Layhoon había ido a la concentración de Kamen. Otra, desde la propia ciudad de Valencia en la que me aseguraban que la segunda fase de la integración en el club ya había concluido.
Y es que, la presidenta, siempre con el consentimiento de ‘Papá Lim’ (su amigo Peter) ha decidido que a nivel organizativo el Valencia, no necesita más. No vendrá de momento otro Amadeo Salvo, recientemente homenajeado por cierto. Layhoon cree que no es necesario. Confía en la familia. Ha decidido bajar al barro para echarse al Valencia y su afición a las espaldas. Y eso se traduce en no más intermediarios y sí más familia. La presidenta ha decidido que lo mejor que puede hacer el Valencia a las puertas de cumplir su centenario es rodearse de los suyos, de los que están aquí, de la gran familia que forma el club y a la que acaban de incorporarse de lleno Peter Draper y Nuno.
Layhoon confía en los que hay, en los directores de área que tiene, en las piezas que ya ha colocado en todas las áreas –deportiva, social, administrativa y económica- para llevar la nave valencianista a buen puerto en una temporada que se prevé que será tortuosa, como todas. En especial en lo deportivo si el equipo no termina de arrancar. Se acerca la previa, crece el nivel de los rivales, y el Valencia sigue calcando los errores del año pasado. Su juego no enamora y parece cogido con pinzas.  
Vale que estamos en pretemporada, pero los resultados no acompañan. Cuando no falta la pegada (Véase el gris partido contra el Porto como ejemplo) son las facilidades atrás los que lo condenan como en la derrota nada brillante contra el Colonia.
Mucho debe enmendar la plana Nuno y su equipo para que la calma familiar no se altere antes incluso de lo previsto.   

La mejor etapa de tu vida y yo perdido

Con todo, paseando cerca del Lago de Sanabria, y perdido (literalmente) en el cañón del río Tera junto a Juan y Dani, dos buenos amigos y también padres cuarentones, me di cuenta que el mensaje de mi padre tenía, además de la lectura de la familia, otra igual de profunda y que espero se adecue también al presente y el futuro del Valencia. Me refiero, claro está, a la afirmación: “entras en la mejor etapa de tu vida...”.
Y la verdad es que no sé si el Valencia está a punto de vivir otra gran etapa en su vida o si eso se traducirá en títulos. Porque superar a lo que sucedió en el cambio de siglo (99-2004), en los 80 con Kempes, en los 70 con Claramunt, en las copas de los 50 o en la década gloriosa de los 40; es complicado.
Pero, y aquí la enseñanza que extraje del mensaje de mi padre, los años te hacen darte cuenta de que el verdadero logro a ciertas edades es el hecho de estar ‘vivo’ en sí mismo y gozar de salud (económica y socialmente si pensamos en el Valencia) y más en esta época en la que el fútbol se mercantiliza e internacionaliza a pasos agigantados. Y en eso, el club de Mestalla va sobrado.
Porque cuando uno cumple 40 en tu cerebro suena un click que hace que saborees más cada día y cada detalle de la vida. Que relativices, a fin de cuentas, las cosas poco importantes y quieras a cada uno como es. La edad hace que entiendas a Otamendi con sus ganas de 'crecer' (entre comillas), que mires con condescendencia a Negredo en su eterna lucha contra la edad, el precio de su fichaje y el anhelo de muchos de verlo fuera de Valencia si no triunfa y que aguardes a que comience la temporada oficial antes de cargar o no contra Nuno y sus chicos. Ellos son nuestra familia y, como le dijo Michael a Fredo en El Padrino: "Fredo, eres mi hermano mayor y te quiero. Pero nunca vuelvas a tomar partido contra la familia. Nunca".  Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia