El ídolo bajó a la tierra

Llámenme falso, cínico o persona doblegada por la vida, pero cuando uno alcanza cierta edad se da cuenta que no vale todo; que hay cosas que aún teniendo razón es mejor no decirlas porque denunciarlas en determinados foros producen más daño que el silencio mismo.

Siempre me viene a la cabeza una frase de El Último de la Fila que dice: “Si lo que vas a decir, no es más bello que el silencio no lo vayas a decir”… (Cuando el Mar Te tenga) Pues eso, sin analizar las palabras de Kempes (De acuerdo en el fondo con muchas cosas de las que dijo, pero muy en desacuerdo con las formas) está claro que montar ese pollo de la forma que hizo no beneficia ni a propios (el mismo Kempes) ni a extraños. 
Llegados a este punto, contextualizo porque al final es como cualquier discusión de familia y enseguida lo entenderán.
1) Kempes es el embajador del Valencia (Persona que representa al Estado que lo nombra, cerca de otro Estado, según la RAE) y sin ton ni son, en una entrevista raja del actual Valencia, dice que lo anterior estaba mucho mejor y que no le gusta como hacen las cosas Nuno, Mendes (y a fin de cuentas Lim) que son los que mandan. Defiende a Amadeo Salvo y Rufete.
2) Primero le dan un toque y sale el presidente de su asociación, de los veteranos, Fernando Giner, a decirle que se ha equivocado en ElDesmarque. Después es Nuno, que hoy en día es el que más manda en el Valencia después de la presidenta Layhoon y le dice con muy buen tono que ha metido la pata en las formas (y en el fondo también).
3) Sale de nuevo Kempes, se reitera en su raje y el club, lógicamente, y con todo el dolor de corazón, se lo fundirá como embajador. O técnicamente, no lo renovará.
¿Seguirá siendo un referente? Sí, claro, pero no puede representar a 'este' Valencia. ¿Es una pena? Pues sí, porque si alguien podría personificar el valencianismo más glorioso es él, pero en la vida la mujer del César, además de ser honrada debe parecerlo. Ser un gran jugador de fútbol, quizá el mejor de la historia, no te permite estar sobre las leyes de los hombres. La reflexión que se habrán hecho Layhoon o Peter Lim al escucharlo será sencilla: "Yo no quiero que me represente un tío por grande que haya sido que para cumplir su función quiera desnudar mis vergüenzas públicamente".
El caso es que la polémica con Kempes no es nueva. Al menos recuerdo dos o tres veces que presidentes, con gran carisma entre la afición recurrieron al argentino. Siempre me viene a la cabeza aquellas elecciones del año dos mil y poco en el que Roig lo nombró su emblema y, justo el día de la presentación en sociedad de la candidatura ‘Cor i Força’ apareció con traje y zapatillas de deporte… Ese es Kempes. Grande entre los grandes. 
Y es que, volviendo a la reflexión inicial, y partiendo del respeto y la devoción más absoluta por El Matador (les juro que lo idolatro por lo que hizo en el campo y supuso para la historia del Valencia), no me trago eso de que Kempes es el salvador de la patria y que todo lo que diga está bien, es verdad y tiene razón. A ver, Kempes tiene todo el derecho de expresar su opinión (porque no es más que eso), pero sabiendo quién es, debería haber elegido otro for. Queriendo hacerle un bien al Valencia centra la polémica dónde no toca. Lo dijo Thomas Huxley y está en el Museo de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias: "Las verdades irracionalmente sostenidas pueden ser más peligrosas que los errores razonados". 

Kempes, otra arma arrojadiza

Mario, grande entre los grandes, dice algunas cosas en las que tiene razón, pero me da la sensación de que no se ha dado cuenta de que si entra en esas guerras deja de ser el ídolo, el referente, para convertirse en un arma arrojadiza en la guerra pública y privada entre Amadeo Salvo y compañía contra Nuno.
Porque es paradójico que muchos de los que antes criticaban a Salvo, ahora alaben a Kempes por defenderlo. Narices tiene la cosa.
Ojo, y claro que el Valencia necesita un Kempes Pero un Kempes centrado, con cabeza y que no viva a 5000 kilómetros y toque de oídas. El Valencia necesita un Kempes, pero no un Salvo con poder ejecutivo, sino un embajador de verdad, que además de representar el nombre del club lo haga bien y, sobre todo, que sirva de nexo de unión entre el valencianismo militante y los dueños que proceden de Singapur. ¿O acaso cree Mario que ha ayudado en la previa del Sporting - Valencia y de la Champions con sus palabras?
Por fortuna Alcácer marcó en el 90 contra el Sporting, sino ahora los bandos, utilizando a Kempes por supuesto, estarían azuzándose entre sí moviendo un poco más la tierra a Nuno, quien -sin ser santo de mi devoción por sus formas- a mí me parece que en El Molinón clavó los cambios, pues los tres hombres que sacó revolucionaron el equipo y le dieron la victoria. 
Pero con decir que en Valencia somos así, que nos va la marcha y que nos encanta pelear, lo tenemos todo hecho. ¿Nos rasgamos las vestiduras porque venga Alesanco de fuera a comandar la Academia (cosa que yo veo bien siempre que se le rodee de gente de la casa) y no nos planteamos que el embajador del Valencia pueda ser uno de aquí, de los de la casa, de los que nunca te fallan? Eso sí, entiendo que esta gente de Meriton se ande con ojo, pues buena parte de los primeros ‘españoles’ en los que confiaron les han salido un poco ranas. Choque de culturas, está escrito.

El caso Alfonso Roig

Por cierto, no he hablado con Alfonso Roig ni con Paco sobre los rumores que colocan al primero en el Consejo, pero sé que no tienen conocimiento oficial al respecto. Me consta que son amigos de Mendes y que ése es un buen aval para entrar en el club de Meriton, en nuestro Valencia. Sé que el rumor está en la calle y que hay plazas libres en el Consejo. Sé también que otros nombres como Salvador Belda o Salvador Martínez suenan. Es más, me cuentan que el rumor le ha llegado hasta a Fernando Giner. Pero me aseguran que es eso, noticia o filtración interesada. La realidad es que, no va a haber un nuevo Amadeo Salvo (presidente ejecutivo), que el raje de Kempes ha aumentado la desconfianza entre las personas de Meriton y que se sigue buscando un embajador para representar al Valencia y no dan con la persona.
Por fortuna, llega el Zenit a Mestalla y todo ésto pasará a segundo plano porque estoy convencido que la afición a pesar de los precios seguirá respondiendo (el guiño del club llegó a tiempo) y habrá una buena entrada porque, parafraseando al gran Jesús Barrachina (eso sí que era un portavoz de los grandes), “la Champions es la Champions y a ti te encontré en la calle”. Amén, amigo Jesús. Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia