Y llegó Míster Marshall

Llevo unos días que me siento más feliz que Pepe Isbert, el actor que encarnó al alcalde de Villar del Río en la película Bienvenido Míster Marshall. La diferencia entre él y yo, además del cargo, es que en mi realidad, en mi presente, a diferencia de lo ocurrido en su ficción, sí llegó Míster Marshall. Ni siquiera la derrota ante el Athletic ha conseguido borrarme del todo esa medio sonrisa que tengo en el rostro desde el miércoles pasado. 

En el caso de Pepe Isbert era el famoso plan de ayuda norteamericano lo que esperaba después de que la Segunda Guerra Mundial devastara Europa. Y se quedó con un palmo de narieces. En el mío, en el nuestro, un comprador que "los" pusiera y que sacara de la bancarrota al Valencia CF. 
Y llegó, y se llama Peter Lim y, como los valencianos (incluyo bancos, instituciones, afición y demás) fuimos incapaces de superar la zozobra económica y el club se veía abocado a la quiebra, aún creo que tenemos que darnos con un canto en los dientes porque este singapurés, aficionado al fútbol, haya señalado con su dedo en el mapa la ciudad de Valencia y el estadio de Mestalla, guiado por Amadeo Salvo y la Fundación de Valencia CF.
La capitalización de cien millones de euros prometida en julio y anunciada este pasado miércoles por Layhoon Chan, dejaba boquiabiertos a muchos y dotaba de credibilidad a Meriton para que cuando pide paciencia, la tengamos. Si lo extrapolamos al campo de juego, que alguien decida meter cien millones en el club es algo tan grande como ganar un título europeo -pongan ustedes el que quieran-. Porque en una época de crisis absoluta en el mundo del fútbol, en que los clubes tienden a desaparecer y pasarlas canutas, que el tuyo, del que escribes, al que sigues, se permita el lujazo de invertir cien millones de euros en revertir su delicada situación económica es para celebrarlo a lo grande. Otro tema es si luego la inversión en los jugadores es la más correcta o no, pero eso es fútbol. 
El que suscribe, siempre defendió una refinanciación de la deuda antes que la venta a ningún inversor pero, la democracia es la democracia (Y si no que se lo cuenten a Artur Más). Quedó claro que, ante la negativa de Bankia, ceder la propiedad del club fue la única posibilidad real de sacar al Valencia del atolladero. De aquellos barros, estas preciosas vasijas (que no estos lodos. Sí, porque el Valencia aunque perdió parte de su 'valencianía' y dejó de pertenecer al accionista valenciano, lo hizo precisamente para poder darnos el gustazo y la gran satisfacción de hoy paladear la capitalización a pesar de la tocata del Athletic.

Lolita Sevilla

Mención a parte merece la presidenta Layhoon Chan. No digo yo que sea como Lolita Sevilla, (la folclórica que llega con su representante a Villar del Río el mismo día que anuncian que van a llegar los representantes del Plan Marshall). No, pero casi. Cada vez que sale a escena me deja fascinado. Profesional, inteligente, dominando la escena, es un gustazo escucharla. Debería prodigarse más.
No tengo duda de que, lo que nos ha dejado Peter en Valencia para dirigir los designios del club es de Champions League. Me decía el otro día en el almuerzo mi amigo y mentor Charly Egea que Layhoon es como un niño, como una esponja que todo lo absorbe. Y no he encontrado mejor definición para describir la sensación que me produce esa mujer cuando la oigo hablar y la veo actuar. Chapeau por ella. 
A esa inteligencia y capacidad de aprendizaje que ha demostrado la presidenta me encomiendo para que pueda enmendar las cosas que no funcionan en el club. En éste, en especial, en la faceta deportiva. El resultado de San Mamés corta de raíz la mejoría y de nuevo reabre los debates. ¿Cuán capacitado está Nuno para dirigir este proyecto tan ambicioso? ¿Valen los fichajes tanto como Meriton ha pagado por ellos? ¿Por qué el equipo no tiene un patrón de juego definido? ¿Por qué la plantilla no demuestra cuando se le acumulan las competiciones la amplitud que se le supone? Sellar esa herida, que distancia al banquillo de la grada cada semana más, debe ser el primer reto que se marque Layhoon en su agenda. 
Porque superado el debate insulso y cansino de si el plan Marshall iba a llegar o no, porque ya está aquí, y aunque seguro que los cenizos abrirán frentes nuevos o profundizarán en otros, Layhoon y Lim se han ganado que tengamos calma en el sponsor, la constucción del nuevo estadio. Cosa bien distinta es lo que sucede en el césped. La crítica siempre es buena, pero siempre que busque el fin último de la mejora, no de la destrucción. A esa me apunto el primero. Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia