Esta semana estoy de enhorabuena. Mispapis celebran 41 años de casados ("de paz y ciencia", como dice el cachondo de mi padre) y nos fuimos toda la familia a celebrarlo. Tres generaciones de Torres con sus Palencia, sus Gregori y ahora sus Knabbe bien pegaditos. Te lo cuento porque estoy orgullosos de ellos, de la familia que han formado, de la educación y el cariño que nos han dado y noto la honra y el peso de la responsabilidad por continuar el proyecto que Soco y Miguel encabezan.
Comimos en Mar de Avellanas, aunque no llega a ser como Gran Azul todo está muy bueno y merece la pena conocerlo. ¿La pega? El servicio fue muy lento. Eso, que de normal me impacienta, me sirvió para, saboreando un buen verdejo, pensar en lo que había vivido, en mi familia y en que los jugadores del Valencia o aplican la misma escala de valores que me enseñaron mis padres o están perdidos.
En cuanto pude, me puse cara al ordenador, y tras degustar el triunfo ante el Málaga y me documenté. Lo primero, la wikipedia, que me dice que la familia es un grupo de personas formado por individuos que se unen, primordialmente, por relaciones de filiación o de pareja; después, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española que me apuntó que la familia es, entre otras cosas, "un grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas". ¡Tate! Como el Valencia CF, me dije yo. Porque esta gente pasa horas y horas y días juntos, encerrados en un vestuario, en un autobús, en definitiva, condenados a convivir y entenderse.
En el equipo, los cabezas de familia son el entrenador, Nuno, el cuerpo técnico y los veteranos de la plantilla. Parece un trío, a veces dos unidades, otras tres, pero siempre, en lo importante, van de la mano, se quieren y con una mirada de complicidad o una sonrisa, deben solucionar abismos que parecían infranqueables. Sino no entiendo cómo se puede vivir tantos años juntos. Entre ellos y hacia ellos el respeto debe ser absoluto, por eso decisiones como las de dejar a Negredo en la grada levantan tantas ampollas. ¿Qué tal dar la lista antes de la rueda de prensa y así nos evitamos malos entendidos?
Los medianos, los maduros, mi hermano Carlos y yo en el caso de mi familia, crecimos y estabilizamos nuestras virtudes y nuestros defectos, nuestras filias y nuestras fobias. Somos como Mustafi o DaniParejo, que cuando está a veces no lo entiendes, pero que cuando no lo está siempre lo echas en falta. Creces, desarrollas tu personalidad y te haces un hueco. Primero fuiste hijo, luego padre y acabarás siendo abuelo. En tus espaldas, en gente como Javi Fuego, Mustafi o el ya mencionado capitán se asienta de verdad el grupo. Ellos son los que tiran del carro, los que ayudan a todos, los que reprenden: "No Paco, los penaltis los tira Parejo", pero sobre los que se tiene que asentar el armazón de la familia ahora y en el futuro.
En una familia no faltan las nueras (o los yernos), son las penúltimas en llegar, a las que hay tratar de acunar, integrar y observar para ver qué pueden aportar al grupo familiar. Que si esta es cariñosa, que si aquella es muy metódica, que qué bien cocina fulanita, etc, etc, etc... Son los André Gomes, Alcácer, Gayà, Cancelo o Jaume y sus partidazos. Cada día mejores, cada día te sorprenden con algo nuevo, pero siempre aportan. Si tienen un día malo, se les perdona, se les entiende y se les ayuda. Así funcionan los Torres y así debería funcionar cualquier grupo o familia. Por cierto, lección del portugués en el campo con un golazo y fuera de él asegurando que no es momento de polémicas.
Y, por último, están los jóvenes, los nietos, los preferidos, los 'malcriados' (en el buen sentido de la palabra) a los que ves crecer, dar sus primeros pasos, aprender a la velocidad de la luz. Son los que a veces te desesperan, otras te hacen reír pero que siempre despiertan en ti esa infinita ternura y paciencia que todo ser humano tenemos. Los últimos en llegar, pero que también tienen su espacio. Son nuestros Santi Mina o Danilo Barbosa, que poco a poco empiezan a desperezarse, a aportar, a desarrollarse. Respeto, mucho respeto, hacia los mayores pero también hacia los más jóvenes, convivencia, flexibilidad, aprendizaje, sumar, unión... Son los pilares sobre los que una familia se asienta para crecer, celebrar bodas de plata, de oro, de platino y alumbrar éxitos, nuevas generaciones ysuperar dificultades. Es, sin duda, un buen decálogo para que el nuevo Valencia de Meriton -asentado social y económicamente- crezca en lo deportivo, que a fin de cuentas es lo que queremos. Feliz semana... de Champions! David Torres Delegado de ElDesmarque
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