¿Y si Vigo fuera el Montjuic de Nuno?

He de reconocer que el 1-5 me ha descolocado, para bien, claro. Para muy bien diría yo. Me ha demostrado que el equipo no era tan malo como demostró en Gante, que hay madera para sacar adelante la situación del Valencia, que los mismos futbolistas que hoy se arrastran, mañana muestran un compromiso fuera de toda duda. A pesar de ello, no cambio lo que tenía previsto escribir aunque una pregunta me golpea la sien desde el sábado ¿Será Vigo el Montjuic de Nuno? 

El otro día fui a casa de mis padres. Como siempre, mi papi hizo me una pequeña referencia al Valencia. Sé que a él le importa poco, pero lo hace porque me quiere. Se había enterado del desastroso partido de Bélgica y me dijo, a modo de titular: "son unos vagos, menudos sinvergüenzas". Mi madre, aún más interesada por la felicidad de su hijo, me preguntó "¿Qué pasa con el tal Nuno ese al que todos le chillan?". Les miré, sonreí y les dije, "paciencia, es fútbol". Vamos, una larga cambiada, porque 'la cosa' es larga de explicar. 

Una antigua novia

Presto y veloz, con la barriga llena, me fui a dormir la siesta a mi habitación 'de soltero' y, al ver me antiguo armario empotrado me acordé de Nuno, de las preguntas de mis padres y de una de esas lecciones de vida que jamás se te olvidan. Ocurrió hace muchos años, cuando 'corté' con una de mis primeras novias. Recuerdo que sufría y lloraba por el amor perdido pero, un día, al volver de clase, todos los recuerdos de ella habían desaparecido de mi habitación. Estaba muy enamorado, porque como buen Leo que soy, cuando amo lo hago apasionadamente, sin medida. (Y si no que se lo pregunten a mi esposa Raquel). Sin tiempo para pedir explicaciones, mi padre entró en la habitación y me explicó lo siguiente: "Si buscas los recuerdos de fulanita (obvio su nombre) están ahí -en el armario- guardados en una caja para que no los pierdas, pero tampoco hace falta que estén a la vista porque, -sentenció- una relación de pareja es como un edificio. El día que se acaba, que se corta, se crea una grieta. Y puedes volver atrás, tratar de tapar la herida, la brecha, e incluso construir encima más pisos y que el edificio siga creciendo y alcance muchísima altura. Sin embargo, si algún día la vida hace temblar la casa que construís tú y tu pareja-y te garantizo que pasa muchas veces-, se romperá por ahí".

Me quedé pensativo, me lo apunté y seguí adelante. Hoy, estoy convencido, algo similar le pasa a la afición valencianista con Nuno. A pesar del triunfo de Vigo, espectacular, maravilloso y necesario, me da la sensación de que esa relación está rota, que ha llegado a un punto sin retorno; que pase lo que pase, al portugués le va a acompañar la cantinela y el soniquete del "Nuno vete ya" haga lo que haga. Su decisión con Negredo, su actitud aparentemente soberbia y prepotente ha roto la pareja; aunque le reconozco que últimamente está más moderado. Muchos seguidores del Valencia 'han cortado' con él y nada puede hacerse ya.
Como es fútbol, resultados como el del sábado en Balaidos aplacarán los ánimos y la relación seguirá adelante un tiempo más, pero cuando algún día aparezca un nuevo terremoto futbolístico, el edificio del Valencia de Peter Lim se romperá por ahí. Es doloroso reconocer cuando algo se acaba, es difícil verlo, pero si realmente es así, lo inteligente es asumirlo y seguir adelante.
Aquel día me hundí, hoy agradezco aquel consejo de mi padre y les confieso que lo he puesto en práctica alguna que otra vez en mi propia vida. Es más, como hizo él conmigo, lo he compartido con muchos amigos. Nunca antes lo había hecho público, pero creo que a Peter Lim y Lay Hoon les vendría bien saberlo. Y lo hago ahora, que el Valencia CF ha hecho su mejor partido de la temporada, ha ganado, tiene un parón por delante para reflexionar y acaban de anunciar la mayor ampliación de capital en la historia del fútbol español (que por otra parte le permite a Lim hacer lo que desee con Nuno). Pero que nadie se llame a engaño, hay ciertos códigos que técnico y parte de la afición rompieron y que hacen que esa pareja no tenga un futuro demasiado halagüeño. Mientras los resultados acompañen, se mantendrá cogido con pinzas, pero al menor handicap, todo irá por el aire.
Ahora bien, como soy un optimista compulsivo, algo cabezón y un Leo apasionado, no me resisto a arrojar la toalla y he encontrado el resquicio a esta teoría paterna. A diferencia de una relación de pareja, que son sólo dos, en este caso la situación empareja a Nuno con miles y miles de valencianistas, cada uno con una forma de pensar distinta. Y, aunque la mayoría lo tengan sentenciado, los más viejos vivimos algo similar en Montjuic, cuando un desconocido Rafa Benítez estaba sentenciado y remontó el vuelo hasta convertir a su Valencia en el mejor Valencia de la historia. ¿Entienden ahora que me pregunte si será Vigo el Montjuic de Nuno? Sinceramente no lo creo, pero ojalá. Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque