Carnets de valencianista
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Carta abierta a Layhoon Chan
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Layhoon se gana al valencianismo en la Junta de los 100 millones
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Layhoon en estado puro: nuevo Mestalla, relación con Salvo y valencianismo
El otro día la presidenta del Valencia CF se nos ganó a todos cuando, en un tono más suave e íntimo que de costumbre, con un cierto nudo en la garganta, confesó ante la Junta de Accionistas y ante todos los medios de comunicación que se 'comía mucho la cabeza' -como dirían los modernos- para que la consideraran una buena valencianista, una valencianista de pro.
Layhoon Chan, de quien tanto os he escrito y hablado y a quien tanto he loado desde esta columna, desnudaba sus miedos, sus anhelos y, con un puntito de rabia, explicaba desde la mesa presidencial que, aunque no hubiera nacido aquí, aunque no fuera a Mestalla desde pequeña, se sentía valencianista y amaba al Valencia. Confesaba, y ahí nos ganó a todos, que tenía la sensación todavía de ser una extraña en esta tierra, en este club. Los presentes esperaron a que acabara y prorrumpieron en una cerrada ovación hacia la presidenta. He de confesarles que a mí me emocionó, es más, les aseguro que si no hubiera estado 'picando' las declaraciones en el teclado del Mac y si no hubiera quedado poco estético, me habría levantado yo mismo a aplaudirla.
"¡Con dos narices! Pensé. Layhoon es uno de los nuestros", como Ray Liotta, en la homónima película de culto dirigida por Martin Scorsese.
El valencianismo militante, por fin, me empezó a demostrar un grado de madurez y paz social que no había conocido en mis 20 años de profesión.
Esa confesión fue el colofón perfecto a una Junta en la que el valencianismo, por fin, me empezó a demostrar un cierto grado de madurez y paz social que no recordaba en mis 20 años de profesión. Sí, porque la Junta transcurrió tranquila, sin demasiadas salidas de tono -y al que lo intentó como Zorío lo abuchearon-, sin más preocupaciones que escuchar como los dueños, que para eso lo son, dan cuentas de lo que han hecho y de lo que quieren hacer y aceptan de buen grado las críticas y los consejos.
¿Que deportivamente todo es un poco desastroso y está en pañales? Pues sí, nadie lo niega. El partido y el pírrico empate contra el Eibar tampoco arroja demasiada luz en esta faceta. Pero ver a una tía bragada en mil batallas como Layhoon, inteligente y a la vez sensible, reconocer errores y asegurar que está buscando soluciones, a mí me llega.
Bueno, a mí, y a muchos más. En este sentido, me quedo con la frase del accionista Ismael García quien se dirigió a ella (y a su Consejo) parafraseando al cantante Luis Miguel: "Conocerte fue mi suerte, amarte es un placer". Y es que Layhoon se metió al valencianismo en el bolsillo. Sin duda, su presencia al frente del club es, hasta la fecha, el mejor acierto de Peter Lim desde que desembarcó en Valencia. Ella, con su trabajo, su saber estar, su verbo -que aunque en inglés- engancha, consigue cada minuto que la gente tenga más paciencia y crea más en un proyecto que, sólo por el hecho de haber capitalizado 100 millones de euros más cuando nadie lo esperaba, para mí ya merece toda la credibilidad y garantía del mundo.
La presencia de Layhoon al frente del club es, hasta la fecha, el mejor acierto de Peter Lim
Esa madurez valencianista de la que antes hablaba, nos tiene que permitir no creernos en posesión de la verdad a la hora de dar carnets de valencianista o de antivalencianista, ojo. ¿Cómo se puede medir un grado de sentimiento? ¿A quién quieres más, a un padre o a una madre? El amor no se mide, se demuestra.
Porque resulta que, siendo de Singapur, Layhoon Chan o Peter Lim han hecho lo mismo o más por el Valencia que muchos de los que nacimos a orillas del Mediterráneo. Me refiero, de manera especial, a aquellos quienes, por oportunidades, dinero, capacidades o circunstancias pudieron poner su granito de arena y no lo hicieron.
Que el choque cultural es evidente no lo vamos a descubrir ahora. Hace un año ya escribía del tema y mezclaba Noodles con fartons; Que deben quitarse todavía ese halo de desconfianza hacia los que estamos aquí y rodearse de más gente valenciana que acelere su proceso de adaptación, pues tampoco es una novedad. Pero no creo que Layhoon tenga que estar preocupada o disgustada por su grado de valencianismo, ni creo que tenga que tener la necesidad de justificarse ante los accionistas para que éstos la acepten como lo que es: la cabeza visible del Valencia y la primera que lucha por defender el escudo. Así que, mientras siga por la línea trazada, y con el firme propósito de enmendar la parcela deportiva, a ElDesmarque lo tiene a su lado y a mi me tiene el corazón robado. Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque Valencia