Papá Pako y mamá Suso se doctoran con el Caso Parejo
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Justicia para Pako
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"Parejo está faltando al respeto al valencianismo. Debería pedir perdón"
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Parejo pide perdón y vuelve con el grupo
No he ocultado mi confianza plena en que Pako Ayestarán era una buena apuesta para el Valencia CF. Lo he dicho y escrito está en pasadas ediciones de esta misma columna y lo reitero ahora tras el traspiés de pretemporada contra el Crystal Palace. Los que dudaban de su bisoñez como técnico, y los que no, deberán, deberíamos quitarnos el sombrero y reconocerlo, resultados deportivos aparte, ha gestionado con brillantez el caso Parejo. La sensación que me queda después de analizar calmadamente la situación es la misma que tengo ahora cuando recuerdo las lecciones y los capones que me dio mi padre.
Ahora que he estado unos días más desconectado y he ejercido más como papi, he visto a Dani Parejo reflejado en mi niño y, por momentos, la forma de llevar el caso de Pako Ayestarán, me ha recordado a las normas básicas para educar a un retoño. El técnico ha demostrado que, al menos sobre el papel, la teoría la domina dando los pasos necesarios para reconducir al chaval y ganarlo para la causa.
1.- Le explicó la lección
Nada más llegar después de las vacaciones, Pako -me consta- se sentó con Dani, le dijo que era un jugador muy importante para él y le aseguró que quería construir su Valencia en torno a él. El técnico sólo concebía un Valencia con el de Coslada como santo y seña dentro y fuera del campo. La respuesta fue tristeza, desidia y asegurar que se quería marchar. Ante eso, cuando un niño se pone cabezón y no quiere comer, sólo quedaban dos opciones: "o comes las lentejas, o no te levantas de la mesa".
2.- Le advirtió de las consecuencias
Las charlas y las reuniones se sucedieron. Papá Pako llamó a mamá Suso y se sentaron de nuevo con Dani. Me cuentan que hasta en tres ocasiones intentaron convencerle. No hubo manera. El dolor por parte del club y el distanciamiento por parte de Parejo crecían. En el Valencia dolía que Dani, renovado hace poco por un pastizal, se cerrara en banda y quisiera marcharse. Parejo, por su parte, creía, como le pasa a mi hijo Víctor y antes me pasó a mi, que lo sabía todo, que todo lo tenía controlado. Evidentemente, el tiempo demostró que no era así. Le advirtieron del error y de as consecuencias y, ante la respuesta repetitiva del centrocampista del Valencia CF, escucharon y rechazaron la irrisoria oferta del Sevilla. Era la penúltima pataleta de Parejo.
3.- Lo castigó
Como la situación no cambió, como Dani no se comió las lentejas, Papá Pako calló y no tuvo más remedio que castigarlo esperando respuesta. Mamá Suso, conocedora del castigo, además lo verbalizó para que todo el mundo supiera que Dani se estaba portando mal. "Parejo está faltando el respeto al valencianismo y debería pedir perdón". ¿Qué sería de nosotros sin nuestras madres? El director deportivo, al tiempo que le criticaba su actitud, le estaba mostrando el camino al jugador para deshacer el entuerto: O se disculpaba, o su padre no le iba a levantar el castigo.
4.- Terminó consiguiendo el objetivo
El orgullo pesó, el tiempo hizo mella, y Pako no bajó el pistón. Le prohibió a Dani salir a la calle (No fue al partido contra el Bournemouth), ni jugar con sus amigos con las piraguas. Dani iba a estar apartado mientras no cambiara de actitud. Al final, el centrocampista reflexionó, vio que su padre tenia razón, hizo caso a su madre, pidió perdón y el castigo le fue levantado. ¡Cuántas veces no habré vivido eso como padre y como hijo!
Supongo que ahora Dani estará arrepentido por no haber dotado de normalidad la situación antes, cabreado consigo mismo por haber sacado de sus casillas a papá Pako Ayestarán y a mamá Suso y, de paso, a todo el valencianismo, y avergonzado por haber sido un mal profesional. Si es así, que esté tranquilo. Aquí paz y mañana gloria, porque a los hijos se les educa, pero nunca se les guarda rencor. Un par de buenos partidos y todo volverá a la normalidad.
Por eso, a un servidor le queda la tranquilidad de ver como papá Pako y mamá Suso han sabido llevar una situación que no ha sido nada fácil. Desde luego, tienen madera. Pero no puedo evitar el nerviosismo por ver cómo sacarán toda la prole adelante deportiva. La imagen ante el Crystal Palace es, cuánto menos preocupante. Un par de fichajes tienen la culpa.
David Torres
Delegado ElDesmarque