#AmuntMésQueMai

¡Narices! Por fin. Perdona mi grosería, pero es que ya tocaba que el Valencia ganara un partido en casa. A ver si de una vez por todas despierta de la pesadilla en la que ha estado y sigue sumido. El #AmuntMésQueMai, brillante idea de la Asociación de Futbolistas del Valencia, formada por un grupo de futbolistas que quieren más a este escudo que a su propia vida, ha surtido efecto y todos a una hemos empujado para que el equipo salga del bache y empiece a sacar la cabeza del lodo en el que se había metido. Vamos, entre que el equipo ha sumado tres puntos, Zaza ya está aquí, incluso ya estuvo en Mestalla, y la afición ha entonado su nuevo grito de guerra para sacar al equipo del letargo, parece que el sol ha vuelto a salir en Valencia a pesar de la ola de frío que nos azota.

Hay cosas de la semana, sin embargo, que mi ética personal y periodística no me permiten pasar por alto, en especial la rueda de prensa despedida de Suso García Pitarch; nada valencianista, sino más bien utilizada para ajustar cuentas personales contra Damián Vidagany, sus chicos del departamento de comunicación y Anil Murthy; pensando que éstos eran los culpables de las críticas que recibió durante su año en el club. Nada más lejos de la realidad. Suso no se ha dado cuenta que la mayoría no somos como él se mostró en su despedida: sumisos con el poderoso y tiranos con el débil. Suso no se ha dado cuenta que las críticas que le cayeron a millones no eran por sus filias y sus fobias o por sus cuitas personales, sino porque la plantilla que confeccionó era manifiestamente corta y manifiestamente incompleta; está eliminada de la Copa y sigue flirteando con el descenso en Liga. Vamos, porque hizo rematadamente mal su trabajo.
Dicho esto, me parece de una bajeza moral tremenda que pidiera la cabeza de dos 'obreros' de la comunicación (Álex Navarro y Manolo Más) y un compañero de ejecutiva (Damiàn) y que quisiera desacreditar a éste públicamente en una rueda de prensa en la que además aprovechó para lavarle la cara a Jorge Mendes y a Peter Lim, después de decir que no creía en su proyecto en la primera frase de su comparecencia. Incongruente a más no poder. Mal asesorado, sin duda.

Defender a Damián, profesional ímprobo y que da por el Valencia su vida, sus desvelos y su salud, no es necesario. Con sus aciertos y errores, que los habrá tenido, los que le echan en cara que siga con varios presidentes no se dan cuenta que esa es precisamente la prueba de su valía. ¿O acaso si viniera un entrenador nuevo al Valencia tiraría a sus mejores jugadores porque estuvieron con el otro técnico? ¿Absurdo verdad?
¿Lo mejor del asunto? Espero no tener que dedicarle ni una línea más a este señor García Pitarch, que acumula un buen puñado de feudos fubolísticos dónde deportivamente se fue por la puerta de atrás (Zaragoza, ¿Atlético?, Hércules y ahora Valencia por segunda ocasión...) y centrarme mis esfuerzos en escudriñar el proyecto de Peter Lim para saber de una vez por todas si tiene salvación social, económica y deportiva o si realmente hemos perdido el tiempo y, como en 2009, tenemos que buscar a alguien que se haga cargo de un club que hasta que llegó Peter Lim, no lo olviden, estaba en serio riesgo de desaparición. Así que los que ahora quieren saltar al ruedo, son bienvenidos, pero que sepan a lo que nos enfrentamos. Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia