Un bisturí, por favor
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Esta columna nació viendo el calentamiento del Valencia antes del Villarreal. Tenía unos minutos de cierto relax antes de que empezara el duelo y pensando en el futuro esperanzador la vista se me fue a Bakkali y Munir. Apartados del resto, el belga y el madrileño se pasaban una bola con desgana. Me recordaron, especialmente Zakaria, a mi mismo y a algunos de mis amigos de la pachanga de los miércoles por la falta de calidad, de intensidad y de precisión. Me dio vergüenza ajena.
Me dio casi tanta vergüenza como cuando, minutos antes, la afición del Villarreal silenció a la del Valencia en la llegada de los equipos. Desde luego, me lo decía un compañero en zona de prensa: la temporada ha sido una castaña (él decía mierda) y parte de razón no le falta. ¿Lo más positivo? Si exceptuamos la aparición de Carlos Soler, que ya se acaba, y que han ido tan mal las cosas que han aparecido en escena personas como Anil Murthy o Mateo Alemany, que están llamados a regenerar el club y esterilizar una plantilla escasa en compromiso.
Puesto en pie Mestalla aplaudiendo y homenajeando a Voro me puso los pelos de punta y me permitió volver a creer en el futuro. Porque en este club lo único que no ha fallado es la afición y eso que no tiene demasiados motivos para seguir creyendo.
Marcelino
En condiciones normales me habría esperado algunas horas más para saber todos los resultados de la jornada, pero ¿qué más da acabar el 11 o el 13? La temporada es un fracaso se mire por dónde se mire y lo mejor es hacer tabula rasa y empezar de nuevo y para eso llega Marcelino. Al técnico asturiano le precede una fama de duro que echa para atrás. Dicen de él que es exigente, que es de los que tiene mano firme con sus jugadores y no se casa con nadie. Y ojalá sea así. Ojalá pegue un par de meneos en ese vestuario y, bajo ese punto de partida, aplique la nueva palabra que ha puesto de moda en el Valencia Mateo Alemany y que no es otra que exigencia.
La lista de bajas es sencilla; no voy a entrar en el baile de nombres, pero ante la duda, no se queden cortos. Toca esterilizar esta plantilla con urgencia.
Mateo Alemany
Precisamente estuve el otro día con el director general. Lo más sustancioso de lo que dijo está publicado y va en el vídeo que adjunta en esta columna. Con todo, lo más importante es que el tío transmite una confianza y una seguridad en sí mismo que te convence. Le pregunté que por qué teníamos que creernos que Lim no iba a desautorizarlo como ha pasado en años anteriores con otros predecesores y su respuesta fue tan contundente como convincente: Las últimas decisiones (Soler, Marcelino, etc...) demuestran que las cosas están cambiando. Nada más que añadir señoría. Que cambien, que falta hace. Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia