La Copa del Rey trajo momentos felices y errores sangrantes

La competición de la Copa del Rey tiene una mística especial para el Valencia CF y, por supuesto, para el que les escribe. Decir que no es prioritaria es conocer poco la idiosincrasia de esta afición y el ritmo de los latidos de Mestalla.

Fue esta una semana de momentos felices en lo personal y también en el ámbito profesional. El duelo del Villamarín me recordó a mis primeras lágrimas en un campo de fútbol, hace ya veinte años cuando el Valencia CF ganaba la Copa del Rey en Sevilla en el verano del 99 al son del "Probe Miguel". El primer título que una generación como la mía vivía y lo hacíamos con una intensidad especial. Casi con la misma vehemencia que sufrimos el hasta ahora único descenso en la historia del club en 1986. Aquel descenso, como esta Copa, tenían un invitado de piedra común: el Betis.

Al hilo de eso, el lunes escribí un desafortunado artículo en el que, con la única intención de recordar aquel Cádiz-Betis que consumó que el Valencia CF se fuera a segunda. Los hechos están ahí, datados por los cronistas de la época y son incontestables. Sin embargo, el tono bélico de mis líneas y ciertas afirmaciones que podían incitar al malestar entre aficiones, fue totalmente desacertado. Así que, entono el mea culpa y pido perdón ante los muchos (cientos o miles) que se sintieron ofendidos. Admito que se me fue la mano y la intención nunca fue generar malestar, sino recordar un hecho histórico y deportivamente trágico. Dicho está.

No haberme parado a pensar sobre el tono del texto es tan desacertado como no darle la importancia que tiene la Copa del Rey para la historia de este club Centenario. Tantas alegrías merecen que el equipo, como ha hecho, ponga un plus en cada eliminatoria. Y más ahora que la final de Sevilla (curiosa casualidad del destino) está a sólo un partido. Priorizar LaLiga para entrar en la Champions es lógico desde un punto de vista económico pero ustedes y yo sabemos que, por suerte, esto es fútbol y que en el deporte rey, además de dinero hay otros factores determinantes: sensación de pertenencia, ilusión y sentimiento. Y sino que se lo digan a los 700 que fueron a la ida de semifinales. 9 horitas de bus de ida y 9 más de vuelta. No perdamos eso nunca, ni la autocrítica, claro. Feliz semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque Valencia