Paciencia. Qué palabra tan bonita y qué complicado es a veces entenderla y, sobre todo, tenerla. Pero qué necesaria. Igual ha sido la palabra que más nos hemos repetido a nosotros mismos durante los últimos seis meses, un tiempo complicado y convulso que nos ha llenado la cabeza de incertidumbres y miedos. Pero qué quieren que les diga... Esas incertidumbres y la mayoría de los miedos se espantan cuando -ay, qué simpleza- comienza a rodar el balón. Y el balón empezó a moverse ayer para el Málaga CF.
Y les pido paciencia. Y serenidad. Y que dejen a un lado el tono insidioso en sus opiniones. ¿Que por qué? Porque la derrota de ayer en el Heliodoro Rodríguez López no es ni la muestra ni el botón de lo que resta de temporada. Ha sido, probablemente, el mes de agosto más raro en la entidad blanquiazul en los últimos 30 años. Raro y complicado. Y eso provoca que el fútbol, que ha empezado prácticamente un mes más tarde de lo que viene siendo habitual, tras finalizar bien entrados en el mes de julio, también se nos antoje raro y complicado.
Lo que se vio ayer no es el Málaga que va a jugar las 41 jornadas que todavía quedan -aunque algunos ya den el curso por finalizado-. Lo que se vio ayer fue un grupo demasiado joven, sin cohesión, que por circunstancias se vio obligado a jugar un partido para el que no estaba del todo preparado. Y los errores los pagó muy caros: dos goles en contra que hicieron saltar las alarmas entre muchos aficionados.
Lo que se vio ayer del Málaga fue un grupo demasiado joven que por circunstancias se vio obligado a jugar un partido para el que no estaba del todo preparado
Pero, por favor, paciencia. En peores plazas hemos toreado. Faltan muchos cambios por hacer, muchas salidas, alguna que otra entrada. Y mucho trabajo por parte del cuerpo técnico, que afronta la difícil tarea de cohesionar un equipo que apenas se conoce. Y todavía tienen tiempo.
Así que les pido paciencia. Y fe. Que ya sabemos cómo va esto y despotricar contra jugadores y entrenador a la primera de cambio es demasiado derrotista. Y, si me lo permiten, lo más fácil.
Y donde ha oído o leído usted que se haya despotricado del cuerpo técnico o de los jugadores tras la derrota en Tenerife?. No confunda eso con el hecho de valorar actuaciones, que en buena parte fueron malas y hay que ser objetivos. Ni el técnico ni los jugadores que están tienen culpa de la situación que existe pero es evidente que a día de hoy a la plantilla le falta mucha calidad para ser competitiva, y sobre ese aspecto es donde han surgido criticas, y ese es el trabajo de la secretaria tecnica y del administrador. Una cosa es la paciencia y otra cosa el conformismo.
Cierto. Es una gran verdad.