La cara de tontos
Era la expresión que mejor se ajustaba a la realidad después de ver la chilena que marcó Okazaki en el minuto 94 de un partido que el Málaga CF ya tenía ganado. "Nos hemos quedado con cara de tontos". Se repetía en las gradas, se escuchó en la sala de prensa, se escribía en redes sociales y se leía en las conversaciones de WhatsApp. Una cara de tontos que tardará en borrárseles a los aficionados malaguistas. Y a la que, al mismo, tiempo, deberían estar acostumbrados.
Porque siempre que el Málaga parece estar levantando la cabeza, llega alguien o algo y se la vuelve a hundir bajo tierra, como si de una avestruz se tratara. Si no es la FIFA con sus sanciones, son los de fuera con sus jueguecitos económicos o las personalidades locales tirando de los hilos por puro egoísmo. O un Cartagena que llegaba en una racha de resultados pésima. O un jugador que fue anunciado y presentado pero nunca inscrito y tuvo que abandonar la disciplina blanquiazul sin llegar siquiera a conocerla del todo.
Sea como sea, la historia reciente de este equipo está plagada de escenas que dejan con cara de tontos a sus aficionados. Por eso sé que tardará en cambiar la de ayer, pero también que no pasará demasiado tiempo antes de que tenga otra razón para ponerla.
Para empezar, el domingo afronta el equipo un partido trascendental en sus intereses futuros. Para seguir, quedan 13 jornadas y el final de temporada en LaLiga SmartBank va a ser de órdago para el Málaga. Y para terminar, porque, cuando acabe este curso, habrá que pedir las explicaciones pertinentes, señalar a los culpables y buscar soluciones para el club. Pase lo que pase -esperando que no suceda lo peor-, la cara de tontos durará todavía unas semanas.