Beitia: veintiséis años de amor y odio con el listón

El quinto puesto en los Mundiales de Pekín
deja un regusto amargo a Ruth Beitia, la mejor atleta española de
todos los tiempos, que dos años antes había logrado, al fin, su
primera medalla en un Mundial al aire libre. 
José Antonio Diego
Los espectadores locales, tal vez por la similitud de los
uniformes de los equipos de España y China, jalearon a Beitia cada
vez que atacaba el listón con éxito y se desesperaban con ella
cuando fallaba.
Vino por medalla a Pekín y regresa con un quinto en los que
-insinúa- pueden haber sido sus últimos campeonatos del mundo. En
2012, después de su cuarto puesto -para ella decepcionante- en la
final olímpica de Londres, publicó un amago de retirada que canceló
pocas semanas después porque se aburría en un invierno crudo.
La eterna Beitia, que lleva 26 años saltando por todo el mundo,
desde que apenas tenía diez, disfruta de la combinación perfecta
para triunfar en cualquier deporte: calidad y garra competitiva. Su
diccionario no contiene la palabra apocamiento. Ni escurre el bulto
ni se sacude presión. "Estoy en un gran momento y los momentos hay
que aprovecharlos", había dicho dos días antes.
A sus 36 años, Ruth Beitia sigue innovando. Esta temporada ha
cambiado su aproximación al comienzo de la carrera. Ahora lo hace de
parado, y sigue siendo el referente del atletismo español.
Con una marca de 2,02 al aire libre y de 2,01 bajo techo,
subcampeona mundial de altura en sala en 2010, dos veces campeona de
Europa al aire libre y una en pista cubierta, bronce en los
Mundiales al aire libre de Moscú 2013, Beitia se ha ganado una
merecida reputación de saltadora casi infalible, omnipresente en los
grandes campeonatos y en la lucha por las medallas.
Sus mayores éxitos, las preseas al aire libre, las que otorgan el
verdadero rango a una atleta, le llegaron casi sin proponérselo,
cuando maduraba la idea de la retirada.
En 2012 aprobó, finalmente, su asignatura pendiente -la medalla
al aire libre- al ganar el título europeo en Helsinki, pero el año
le dejó otro regusto amargo con el cuarto puesto olímpico de
Londres. Rozaba ya la medalla de bronce cuando la estadounidense
Brigetta Barrett, al año siguiente subcampeona mundial en Moscú, se
la arrebató en el último salto.
La plata en los Europeos de Turín 2009, su tercera presea
consecutiva en pista cubierta, le devolvió la ilusión por el
atletismo que en parte había perdido con el séptimo puesto en los
Juegos de Pekín, un año antes.
Su entrenador, Ramón Torralbo -"mi cincuenta por ciento", le
llama- recuerda que Beitia ha jubilado a tres generaciones de
saltadoras de su edad, rusas, ucranianas y americanas. Y ella sigue
ahí arriba.
Beitia jamás se ha perdido por lesión un campeonato. A los
Mundiales al aire libre de Moscú 2013 llegó con el tendón de aquiles
derecho en malas condiciones, pero regresó a casa con el bronce.
Nunca se ha machacado en los entrenamientos y empezó a hacer pesas
muy tarde, de ahí que su cuerpo le devuelva la gentileza.
El 28 de junio del 2012 lo recordará siempre porque ese día se
doctoró, por fin, al aire libre con una medalla de oro en los
campeonatos de Europa que le permitía retirarse "en lo más alto"
después de 23 años batiéndose con el listón.
En un mercado, el de la altura femenina, que ha experimentado
grandes oscilaciones, Beitia siempre ha estado ahí, en torno a los
dos metros, lista para explotar cualquier fallo de las grandes
favoritas para alzarse con alguna medalla. "Yo no me he movido, son
ellas las que han bajado a mi nivel", comenta.
Beitia pensaba poner fin a su carrera tras los Juegos de Londres
2012 y, de hecho, anunció formalmente su retirada en los campeonatos
de España de Pamplona, pero la lluvia le llevó a cambiar de planes.
"Yo era feliz patinando", cuenta, "yendo a la playa, al gimnasio,
haciendo cosas que no había hecho nunca, bajando barrancos, y empezó
a llover, no pude patinar más y, como me daba pereza meterme en un
gimnasio, hablé con Ramón y decidimos seguir saltando".
Desde entonces ha regalado al atletismo español sus mejores
frutos. Ahora se entrena mucho menos, poniendo más énfasis en la
calidad, y los resultados demuestran el acierto de su estrategia.
"Disfrutar es el mejor camino hacia el éxito", dice.
Ahora, cada vez que se le pregunta por su retirada tiene un
cuidado exquisito para no volver a pillarse los dedos. "No me vuelvo
a retirar jamás", asegura.
 
- Historial de Ruth Beitia, nacida el 01.04.1979
1998 Octava en el Mundial júnior de Annecy (Francia)
2001 Campeona de Europa sub 23 en Amsterdam
2002 Quinta en la Copa del Mundo de Madrid
2003 Quinta en los Mundiales en sala de Birmingham
2005 PLATA en los Europeos en sala de Madrid
Campeona Juegos Mediterráneos en Almería
2006 BRONCE en los Mundiales en sala de Moscú
2007 BRONCE en los Europeos en sala de Birmingham
Sexta en los Mundiales al aire libre de Osaka
2008 Cuarta en los Mundiales en sala de Valencia
Séptima en los Juegos Olímpicos de Pekín
2009 PLATA en los europeos en sala de Turín
Quinta en los Mundiales al aire libre de Berlín
2010 PLATA en los Mundiales en sala de Doha
Sexta en los Europeos de Barcelona
2011 PLATA en los Europeos en sala de París
2012 ORO en los Europeos de Helsinki
Cuarta en los Juegos de Londres
2013 ORO en los Europeos en sala de Gotemburgo
BRONCE en los Mundiales de Moscú
2014 BRONCE en los Mundiales en pista cubierta de Sopot
ORO en los Europeos de Zúrich
2015 Quinta en los Europeos en sala de Praga
Quinta en los Mundiales de Pekín