La norma IAAF apelada por Semenya: reducir testosterona o correr como hombre
La normativa de la IAAF recurrida por la sudafricana Caster Semenya y sobre la que el TAS se pronunciará este miércoles obliga a las atletas con una elevada producción endógena de testosterona a reducir sus niveles para disputar algunas distancias como mujeres o, de lo contrario, a cambiar de prueba o a competir como hombres.
Hace un año, el 26 de abril de 2018, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) anunció una nueva regulación, que debía entrar en vigor en noviembre, que obliga a las atletas a mantener los niveles de testosterona por debajo de los 5 nanomoles por litro durante un periodo continuado de al menos seis meses para competir en pruebas de entre 400 m y una milla y ver reconocidas sus marcas.
Si no lo hacen así, las corredoras "con disfunciones en su desarrollo sexual", como las describe la IAAF, deberán cambiar de prueba o competir como hombres.
Caster Semenya recurrió ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en junio de 2018. En octubre, a un mes de la anunciada entrada en vigor de la norma, la IAAF la dejó en suspenso a la espera del fallo del tribunal.
Hasta ahora, el umbral de tolerancia está en los 10 nanomoles por litro. Se pretende reducir a la mitad porque, según estudios a los que alude la IAAF, una mayor proporción "aumenta un 4,4 % la masa muscular, entre un 12 y un 26 % la fuerza y un 7,8 % la hemoglobina".
El organismo deportivo dijo que aquellas corredoras que no consiguieran rebajar sus niveles de testosterona por debajo del límite establecido -por ejemplo mediante el consumo de anticonceptivos, sugería la IAAF-, no sería "vetadas", pero solo podrían competir como mujeres "en otras distancias o en cualquier prueba no internacional" o "como hombres, sin restricción de nivel o disciplina".
También podrían hacerlo libremente en caso de que la competición ofreciese una clasificación "intersexos o similar".
La norma deja fuera a las mujeres que padecen síndrome de ovario poliquístico.
Si la normativa supera el examen del TAS, las deportistas serán sometidas a controles aleatorios para comprobar que están por debajo de los niveles establecidos. Si no es así, serán apartadas de la competición durante seis meses
La nueva regla no cuestiona, aseguró la IAAF, "la identidad sexual o de genero de las atletas con disfunciones en su desarrollo sexual", sino que pretende "asegurar una competencia justa".
El tratamiento para rebajar los niveles elevados es "un suplemento hormonal similar a la píldora anticonceptiva que toman millones de mujeres en el mundo".
"Bajo ninguna circunstancia", advirtió la IAAF, se exige a las atletas que se sometan a "cambios anatómicos quirúrgicos".
El organismo se compromete a tratar todos los casos con total confidencialidad. "Cualquiera que la rompa, que acose o que estigmatice a las atletas o atente contra su dignidad o su privacidad será sometido a una sanción disciplinaria", señaló.
Los casos se tratarán desde un punto de vista estrictamente médico, nunca "como una caza de brujas basada solo en la apariencia física".
La regulación contempla el nombramiento de un 'defensor de la atleta' que le proporcione asistencia e información cuando la requiera.
"Ninguna atleta con diferencias en su desarrollo sexual ha hecho trampas", declaró el presidente de la IAAF, el británico Sebastian Coe. "Se trata de igualar el campo de juego para asegurar que el éxito viene determinado por el talento, la dedicación y el esfuerzo, y no por otros factores", añadió en un comunicado de la federación.
Según la IAAF, los niveles habituales de testosterona en una mujer oscilan entre 0,12 y 1,79 nanomoles por litro de sangre; en los hombres, entre 7,7 y 29,4.
Solo un tumor o una disfunción en el desarrollo sexual justifican en una mujer una proporción superior a 5, aseguró el organismo.
El despacho de abogados que representa a Caster Semenya indicó en febrero ante la vista del TAS que la atleta es "incuestionablemente una mujer" y una "heroína" y que su "don genético" debe "celebrarse, no ser objeto de discriminación".
El Gobierno sudafricano lanzó una campaña bajo el lema 'Naturalmente Superior' para recabar apoyos a Semenya, de 28 años.