Colombia gana el 4x400 en jornada final con 3 récords y 4 oros para EE.UU.
Natalia Arriaga
Lima, 10 ago .- Estados Unidos cerró el programa de atletismo en el estadio de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 con la mejor de sus jornadas, cuatro medallas de oro entre las que no pudo contar la del relevo masculino 4x400, ganado de forma brillante por el cuarteto colombiano liderado por Anthony Zambrano.
Tres récords panamericanos se batieron durante la tarde, a cargo del canadiense Marco Rau Arop en los 800 metros, su compatriota Genevieve Lynn Lalonde en los 3.000 obstáculos y el granadino Anderson Peters en jabalina.
La sorpresa de la noche llegó al final, en el relevo largo masculino, con un podio formado por Colombia, Trinidad y Tobago y Estados Unidos.
John Perlaza, Diego Palomeque, ambos líderes de las postas iniciales, John Solis, que perdió la ventana justo al entregar el testigo, y el campeón de los 400 planos Anthony Zambrano, que sobrepasó y mantuvo a raya al estadounidense Wilbert London, dieron el triunfo a Colombia con marca de 3:01.41.
Mar'Yea Harris, Michael Cherry y Justin Robinson precedieron a London en el relevo estadounidense, que hizo 3:01.72. Trinidad y Tobago, oro hace cuatro años, ganó bronce con 3:02.25.
En el 4x400 femenino las jamaicanas llevaron la iniciativa hasta que la estadounidense Anna Cockrell, plata en 400 vallas, logró entregar el último relevo antes que Viola Goule, campeona en Lima de los 800.
Courtney Okolo, bronce en 400, confirmó el oro para las norteamericanas con 3:26.46, seguidas de Canadá con 3:27.01 y de las jamaicanas con 3:27.61, ambas con su mejor tiempo de esta campaña.
También fue de color estadounidense el concurso femenino de martillo.
Se presentaban con las mejores marcas Gwendolyn Berry (77,78) y Brooke Andersen (76,75), cuarta y octava del ránking mundial, y no dieron opción a que sus rivales les cuestionasen la jerarquía.
Ganó Berry con 74,62 y le siguió Andersen con 71,07. Para alcanzar el bronce la venezolana Rosa Andreína Rodríguez tuvo que hace su mejor marca del año, 69,48.
La argentina Jennifer Dahlgren, cuatro veces olímpica, acabó décima con 63,22.
La pértiga dio el oro al estadounidense Christopher Nilsen, que brindó un emocionante cara a cara final con el brasileño Augusto Dutra da Silva, campeón suramericano.
El concurso se decantó hasta dejar solos a Dutra, Nilsen y su compañero Clayton Fritsch.
En la criba ya habían caído el campeón olímpico Thiago Braz, también de Brasil, y el argentino Germán Pablo Chiaraviglio, subcampeón en Toronto, ambos con 5,51 metros.
A partir del 5,61, el primero en ceder terreno entre los tres ya seguros medallistas fue Fritsch, con tres nulos en 5,71, altura que superó Nilsen a la primera y Dutra a la segunda.
El norteamericano salvó a la tercera los 5,76 y el brasileño atacó directamente los 5,81 que implicaban batir el récord de los Juegos del cubano Lázaro Borges (2011). Le siguió Nilsen, pero ninguno de los dos pudo con la plusmarca.
La cuarta victoria para Estados Unidos parecía destinada de inicio a Omar Craddock, tercero de la clasificación mundial de triple salto y con marca de 17,68 esta temporada.
Se cumplió lo previsto, pero el concurso se lo complicó el cubano Jordan Díaz, esperanza de su país tras la nacionalización como portugués del campeón de Toronto 2015, Pedro Pablo Pichardo.
Ganó Craddock con los 17,42 metros que logró en su quinto intento, cuando Díaz lideraba con 17,38. El bronce fue para otro Díaz cubano, Andy, con 16,63.
En los 110 metros vallas el barbadense Shane Brathwaite mejoró en 18 centésimas su tiempo de semifinales y con 13.31, su mejor carrera del año, le quitó la medalla de oro al estadounidense Freddie Crittenden III, 13.3, y al brasileño Eduardo dos Santos, 13,48.
Solo acabaron la prueba cuatro corredores. Entre los que no lo hicieron, el plusmarquista suramericano Gabriel Oliveira, también de Brasil, que había hecho el mejor crono en las series. Iba en cabeza cuando se cayó en la séptima valla.
Marco Rau Arop batió el récord de los Juegos en los 800 metros impulsado por el acelerón final que debió dar para superar a los puertorriqueños Wesley Vázquez y Ryan Sánchez.
El canadiense cerró en 1:44.25, tiempo mejor en 33 centésimas que el establecido en Río 2007 por el cubano Yeimer López.
Vázquez, al frente de la prueba hasta prácticamente la recta de meta, le siguió con 1:44.48 y Sánchez ganó el bronce con 1:45.19.
La canadiense Genevieve Lynn Lalonde, la estadounidense Marisa Howard y la argentina Belén Casetta hicieron de la carrera femenina de los 3.000 obstáculos un asunto de tres.
Lalonde batió el récord de los Juegos, desde Toronto 2015 en manos de la estadounidense Ashley Higginson (9:48.12), hasta dejarlo en 9:41.45.
Marisa Howard marcó 9:43.78. Casetta, plusmarquista suramericana, hizo esfuerzos denodados por alcanzar la plata, pero le faltaron unos metros.
La marplatense entró en 9:44.46 y suma esta medalla de bronce al segundo lugar de hace tres semanas en la Universiada de Nápoles, los mejores resultados de su carrera.
En la prueba masculina el público de la Videna se llevó la alegría de ver ganar una medalla al peruano Mario Alfonzo Bazán, bronce (8:32.34) por detrás del brasileño Altobeli Santos (8:30.73) y del colombiano Mario Bazán (8:32.34).
El estadounidense Benard Keter marcó el paso, pero los tres que le aguantaron el ritmo no tuvieron pena de pasarle al final, con Santos en clara ventaja.
El granadino Jamal Peters batió el récord de los Juegos de jabalina con su primer lanzamiento, un tiro de 87,31 metros que dejó sin efecto los 87,20 del cubano Guillermo Martínez en 2011.
Es la primera victoria de Granada en el atletismo de unos Juegos Panamericanos.
Los demás fueron siempre a una distancia sideral de Peters. El trinitense Keshorn Walcott fue segundo con 83,55 metros y el santalucense Albert Reynolds bronce con 82,19.
Los 50 km marcha, de hombres y mujeres, cerrarán el domingo en las calles de Lima la agenda del atletismo en los Juegos de Lima.