Edwin Moses compara la situación con la de 1980: "El boicot olímpico fue devastador"
Los Juegos Olímpicos deberían haber comenzado este viernes con el encendido de la llama olímpica, pero, como todos sabemos, se ha convertido en uno de los eventos deportivos más grandes en caer víctima de la pandemia del coronavirus.
El miembro de la Academia Laureus Edwin Moses, uno de los más grandes gigantes del atletismo, está de acuerdo en que Tokio 2020 tuvo que ser aplazado. Y, en una entrevista con Laureus.com, señala que aún no puede evitar trazar paralelismos entre la situación actual y los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980.
Hoy en día los atletas del mundo pueden estar decepcionados, pero pueden volver el año que viene para competir por la gloria deportiva, pero hace 40 años para Moses y todo el equipo olímpico de los Estados Unidos fue el fin de sus sueños debido a un boicot estadounidense por la invasión rusa de Afganistán.
Moses habla con pasión. "Por supuesto que las Olimpiadas del 2020 se tenían que posponer. No había manera de que como atleta o como familia olímpica pudieras juntar a cientos de miles de personas en cualquier lugar de la Tierra ahora mismo”.
"La experiencia que tuve en 1980 fue diferente. Fue devastador no poder ir, después de haber estado preparándome durante un año. Dejé mi trabajo como ingeniero para entrenar específicamente para los Juegos de 1980, así que fue desgarrador tener que sacrificar mi carrera”.
🏃♂️ The inspirational Edwin Moses 🏃♂️
On this day in 1987, Laureus Academy Member Edwin Moses was finally beaten in 400m hurdles after winning 1️⃣2️⃣2️⃣ consecutive races spanning nine years 😱
Edwin was a giant of track and field and continues to achieve amazing things off it 💪 pic.twitter.com/F0pg2XoNdr
— Laureus (@LaureusSport) June 4, 2019
"Pero fui uno de los afortunados que pudo aguantar otros cuatro años, lo que hizo que pasaran ocho años desde mi primera medalla de oro olímpica en 1976 a 1984 en Los Ángeles. Pero de los 466 integrantes del equipo olímpico de EE UU, hubo 219 que nunca más tuvieron la oportunidad, así que para ellos ese fue el
final del camino”.
Ya es historia, pero Moses se mantiene firme en que el boicot de 1980 fue un error, aunque dice que ya no piensa en ello, a pesar de que, por un acuerdo universal, Moscú le habría dado una tercera medalla de oro olímpica por los 400 metros vallas que se hubiera unido a las de 1976 y 1984.
"La decisión de 1980 fue definitivamente errónea. Se ha escrito que Walter Mondale, el vicepresidente, expresó que lo sentía por los atletas, y creo que el Presidente Jimmy Carter también le ha pedido disculpas a uno o dos atletas, pero nunca he hablado con ninguno de ellos sobre aquello”, recuerda.
"Probablemente habría tenido que caerme, enfermar o fracturarme una pierna para no ganar. Rompí el récord mundial en Milán el 3 de julio de 1980, unas dos semanas antes de los Juegos y lo corrí en 47,13 segundos.
La medalla de oro se ganó en 48.6, así que sin duda la medalla hubiera sido mía si hubiera podido recorrer en la pista”.
"En mi caso, volví a correr dos veces más [1984 y 1988], así que tampoco fue una gran desgracia. Sólo me siento mucho peor por los atletas que no tuvieron la oportunidad de competir, los que nunca volvieron”.
"Estoy seguro de que la gente que votó por el boicot estaba presionada por el Gobierno Federal. Sólo digo que es una vergüenza para esas personas, especialmente para los que eran atletas, que simplemente cedieron a la presión. No apoyaron el principio de que los atletas tienen derecho a competir".
Moses simpatiza con la difícil situación de los atletas que tienen que revisar su programa de entrenamiento para el 2021. Aunque sugiere una opción más relajada.
"Si yo fuera un atleta y pudiera viajar a 15 meses de distancia, estaría en algún lugar con un cóctel o una cerveza en la mano, tomando el sol. El problema que tienen los atletas es que todos están bajo las reglas de la localización y no pueden ir a ningún lado. Creo que esa es probablemente la peor parte de ser un atleta y
esperar a los Juegos”.
"Algunos atletas necesitarán tiempo extra, para otros esto irá en su contra, pero en cualquier caso tienen 15 meses más para prepararse para las Olimpiadas, y básicamente tienen que empezar de nuevo".
¿Quiénes van a ser los ganadores y los perdedores en este retraso? Moses señala a dos atletas. "Simone Biles ha sido la estrella del último año y este año está en su mejor momento. Estoy seguro de que le hubiera gustado que los Juegos Olímpicos se celebraran porque otro año a su edad para una gimnasta
podría ser muy arriesgado, además del factor de las lesiones".
"Y luego está Kerri Walsh Jennings, la jugadora de voley-playa de los Estados Unidos. De hecho, he hablado con ella sobre eso. Ella tendrá 42 años en ese momento. Es cinco veces olímpica, así que el tiempo no está de su lado, por lo que tiene que aguantar y encontrar la manera de seguir adelante. Así que
esas dos estadounidenses realmente personifican los desafíos de los Juegos Olímpicos".
A Moses, en su calidad de Presidente de la Laureus Sport for Good Foundation, también le preocupa que, a pesar de los problemas de coronavirus, Laureus pueda seguir apoyando los más de 200 programas deportivos comunitarios que ayuda a financiar cada año para ayudar a los jóvenes desfavorecidos.
"Debido a las restricciones de viaje y al confinamiento, no hay mucho que podamos hacer aparte de apoyar a nuestros líderes de proyecto y a los niños y animarles a que se queden en casa", señala Moses.
"Durante 20 años, Laureus se ha comprometido a ayudar a los jóvenes de todo el mundo, a menudo en circunstancias difíciles. Ahora, el coronavirus ha cambiado todas nuestras percepciones. La enfermedad y el miedo a lo desconocido están proyectando una sombra sobre nuestras vidas".
"Laureus Sport for Good cree en unir a la gente y construir puentes entre las comunidades y los individuos. Hoy en día hay más necesidad de esto que nunca, ya que los países del mundo cooperan para compartir el entendimiento y la experiencia para vencer esta amenaza".
Laureus Sport for Good es una organización benéfica mundial que apoya a los niños y jóvenes utilizando el poder del deporte para acabar con la violencia, la discriminación y las desventajas. Opera bajo la creencia fundamental de que la mejor manera de lograr esta ambición es acabar con los problemas sociales que
afectan a la generación más joven y cambiar sus vidas para mejor.
En los últimos 20 años, Laureus Sport for Good ha recaudado más de 150 millones de euros para el sector del Deporte para el Desarrollo, alcanzando y ayudando a cambiar las vidas de casi 6 millones de niños y jóvenes desde el año 2000. Laureus Sport for Good apoya actualmente más de 200 programas en más de 40 países que utilizan el poder del deporte para transformar vidas.
