París marca el camino a Tokio
Lucía Santiago
Madrid, 4 mar .- Ona Carbonell determinó que un año de ausencia, alejada de la exigencia de la competición y de las miradas de los jueces, le convendría a su cuerpo y a su cabeza para rearmarse a nivel físico y psicológico de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La seleccionadora española, Mayu Fujiki, aceptó la petición. Puso un único requerimiento: que Ona Carbonell bajase las horas de entrenamiento, pero nunca del todo. En los últimos 365 días, la estrella de la natación artística española permaneció cerca del equipo; se dejó ver incluso en la grada en el pasado Trofeo Infantas de España, celebrado en Madrid, pero no saltó al agua.
La barcelonesa, medallista olímpica en Londres 2012, se reservó también en los pasados Campeonatos de Europa y fijó su reaparición para el primer fin de semana de marzo de 2019, el año clave de este ciclo olímpico. El gran test antes de los Juegos de Tokio es el Mundial de Gwangju (Corea del Sur), en el mes de julio.
Con ese objetivo en mente, Ona Carbonell disputó este fin de semana la prueba de las Series Mundiales de París, la primera cita del circuito que organiza la FINA.
"Sorprendió a los jueces por competir como si no se hubiese ido", reflexionó la seleccionadora española de natación artística, Mayu Fujiki. "En impresión artística y ejecución ha tenido las mejores notas de la competición", subrayó.
"La verdad es que las sensaciones han sido buenas", coincidió Carbonell en una conversación telefónica con EFE.
"A nivel físico me he notado muy bien. Era lo que más miedo me daba después de este parón", confesó.
En las próximas semanas, teniendo este primer acercamiento a los jueces, la nadadora catalana volverá a refugiarse en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat para seguir entrenando los elementos.
Pretende una mayor consistencia para las competiciones venideras.
"Tenemos claro tanto lo que hay que mejorar como lo bueno que hemos hecho. A París hemos ido con muchas pruebas. Hemos cometido errores, pero es normal porque hemos hecho muchas coreografías nuevas", sostuvo la deportista.
Ona Carbonell vuelve a hablar en plural ilusionada porque, además del solo, trabaja el dúo -compitió junto a Sara Saldaña, con Paula Ramírez de suplente- y las rutinas de equipo.
"La gente tiene como expectativas en España y esto es muy chulo. Creo que el 'feedback' es muy positivo", celebró.
Su ídolo de infancia, Virginie Dedieu, valoró al conjunto español "como uno de los contendientes más fuertes" y, en declaraciones que la federación internacional de natación recoge en su página web, elogió a Ona Carbonell. "Es una de mis solistas favoritas", remarcó.
Esa modalidad, sin embargo, no es olímpica. La apuesta de la federación española es volver a clasificar al dúo y recuperar al equipo, ausente en Río. Con el impulso de París, la meta es Tokio.