Tomás Peribonio, la belleza de quedar cuarto
Se puede acabar cuarto dos veces, fuera del podio por apenas una brazada, y sin embargo ser feliz.
El nadador ecuatoriano Tomás Peribonio lo demostró al término de los 200 metros combinados de los Juegos Panamericanos de Lima, en los que ocupó esa plaza, la misma que un día antes en los 400.
"Estar entre los cuatro mejores en Juegos Panamericanos obviamente significa mucho", dijo sonriente al término de su participación en los Juegos.
"Los Juegos Olímpicos son el próximo año y estar entre los mejores en los 200 y 400 combinados es un logro", destacó.
La satisfacción no era de ningún modo conformismo porque él llegó a Lima "para sacar medalla".
"Queda un poco de sabor malo en la boca, diciendo que me quedé a poco de la medalla dos veces", admitió.
"Forma parte de la psicología del deporte", dijo. "A veces valoras la medalla, a veces el tiempo, como en el Mundial, donde la medalla me quedaba más lejos".
Peribonio, que se entrena en una universidad estadounidense, señaló que ahora mismo está concentrado en los 400 metros. "Pero a veces te concentras en una y sale mejor la otra".
"Tengo la velocidad para hacer el 200 pero también el fondo para el 400", dijo con seguridad.
"Ahora con mi entrenador vamos a evaluar la técnica en el agua, la fuerza en el gimnasio. A mis 23 años sigo bajando tiempo cada vez que compito", dijo como un motivo más para celebrar. "Hay que arreglar detalles muy chicos".
Peribonio afirmó que los cuartos puestos le animan "a seguir con entrenamientos más duros para ganar una medalla la próxima vez".
El nadador aseguró que la piscina de Lima tenía una calidad excelente, "casi mejor que la de los Mundiales de Corea".
Allí sintió que debía mejorar el estilo libre, y en Lima, en cambio, se ha sentido más incómodo en el tramo a espalda.
"Así es el deporte, a veces sale y a veces no", se resignó.