El Chami cae en Moscú
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A nadie sorprenderá la afirmación de que jugar tan lejos de tu casa como supone hacerlo en Moscú es algo que impone, y además bastante. Si a eso le sumas que te encuentras con un equipo semiprofesional, que nutre de cerca de la mitad de sus componentes a la selección rusa, la ecuación se empieza a aclarar. Pero nada de eso puede servir como excusa y, desde luego, menos lo haría aún viendo la gran actitud mostrada por SilverStorm El Salvador en el Slava Stadium en la mañana del sábado. Plantando cara, con grandes momentos de rugby, y unos pocos fallos debidos más a imprecisiones que a errores propiamente dichos de los de Juan Carlos Pérez.
Los 10 primeros minutos del encuentro fueron los que Krasny Yar aprovechó para desnivelar el marcador, haciendo dos ensayos, obra de Yagudin y de Fukofuka, que en el segundo de los casos era transformado. Pero lejos de perderle la cara al partido, los colegiales se conjuraron con rapidez, y la mejora en su juego empezó a ser notable a partir de ese momento.
Una mejora que se hizo patente a partir de las numerosas llegadas que hubo hasta la 22 siberiana, acabando unas cuantas de ellas en peligrosas touche que apenas distaban unos metros de la línea de marca. Desafortunadamente, algunos errores de manejo hicieron que estas ocasiones no fructificasen.
Primer y único ensayo
Pero sí lo hizo la jugada que en el minuto 15 protagonizó Jean Yves Zebango, que entró con gran fuerza en el corazón de la 22 del Krasny. El balón llegó a Andrés Alvarado, que a base de fuerza se plantó en la línea de 5 metros, y tras un par de fases muy bien jugadas por la delantera española, el balón llegó a Antoine Sánchez para hacer el primer ensayo colegial en el encuentro.
Tras este momento, dominio territorial momentáneo de los siberianos, pero que sería contrarrestado de nuevo por un SilverStorm El Salvador decidido a demostrar que a Moscú se habían desplazado para desplegar el buen rugby que saben hacer. Sin embargo, una jugada desafortunada en la que se perdió el oval en la propia 22 rusa acabó en un buen ataque armado por los locales, que llegaron hasta la zona de marca chamiza en el momento en el que el crono llegaba al final del primer tiempo. Con un golpe anterior, el marcador se quedaba al intermedio en 22-5.
Empuje chamizo
A la vuelta de vestuarios, apenas se vio el campo colegial, porque los de Juan Carlos Pérez salieron dispuestos a apretar al conjunto siberiano con todas las fuerzas de las que disponían. El dominio territorial era chamizo, con balones muy profundos a la 22 rusa, y buenas jugadas que comenzaban en algunas ocasiones en campo propio, pero que con buen manejo del oval se iban rápido hasta territorio rival, pero sin éxito.
En varias ocasiones se estuvo rondando la línea de ensayo, con incluso varios golpes de castigo jugados a la banda, pero la touche, esa que no suele fallar, en esta ocasión no fue el arma poderosa a la que están acostumbrados los blanquinegros.
Se le unió el hecho de que, cuando el partido estaba muy cerca de acabarse, en una jugada con falta de entendimiento el apertura Paea fue el más listo de la clase, y empezó una carrera sin oposición que acabaría culminando en ensayo de Yagudin junto al banderín. Acabaría el partido con una nueva marca rusa ante la que los chamizos nada pudieron hacer, obra de Artemyev, con la que se llegaba al definitivo 32-5.
Derrota, que en realidad era de esperar ante un equipo de la entidad de Krasny Yar, que es el gran favorito para clasificarse, pero una gran experiencia que puede acabar siendo muy positiva para un SilverStorm El Salvador decidido a aprender de sus errores, así como a disfrutar todo lo que pueda de este periplo europeo.