España vuelve a ganar a Rusia en Vancouver y acaricia la permanencia
La selección española de rugby 7 ha sido décima en el torneo de Vancouver (Canadá), sexta de las diez etapas que componen las Series Mundiales, tras haber ganado en la segunda jornada a Samoa (24-0) y Rusia (14-7), y haber perdido la final del trofeo de consolación frente a Escocia (5-29).Este buen resultado permite a España acercarse mucho a la permanencia, ya que los 7 puntos sumados en la etapa canadiense la llevan hasta los 25 y crece de esta manera su ventaja sobre Rusia, que ocupa la plaza de descenso con 14 después de terminar en undécima posición.
La seriedad con la que España afrontó el cuarto de final del trofeo de consolación contra Samoa fue clave en la resolución del choque, ya que los jugadores oceánicos desistieron pronto debido a la fiereza con la que eran placados por una selección nacional que se adelantó a los cuatro minutos.
Pablo Fontes combinó con Iñaki Villanueva en una touche a diez metros de la zona de marca samoana y, tras recoger el palmeo de su saltador, posó entre palos tras incurrir por la llamada "zona del árbitro", un sector siempre complicado defender.
Paco Hernández dobló la diferencia en la última acción del primer periodo, después de varias acometidas en corto de sus compañeros, y Jacobo Martín, al comenzar la segunda parte, terminó de definir un encuentro sellado (24-0) por un ensayo de Igor Genua y en el que los samoanos experimentaron la frustración de quedarse a cero.
Martín fue el protagonista del capital triunfo frente a Rusia en las semifinales, ya que el ala marbellí anotó los dos ensayos españoles entre palos, el primero tras un 'pick and go' en apoyo de Fontes y el segundo al recoger un pase con el pie de Jaike Carter.
Los rusos dominaron el segundo tiempo pero la defensa española estuvo firme hasta que Serguei Ianiushkin anotó a falta de tres minutos y fue heroica en la última jugada, al aguantar los asaltos del rival con el reloj a cero y concluir el choque mediante un despeje con el pie de Nacho Rodríguez-Guerra.
Escocia fue el adversario de España en la final del trofeo de consolación, un encuentro en el que los caledonios maceraron a la defensa española con su clásica estrategia de barrer el campo de lado a lado mediante un juego de pasamanos y al cabo de cinco minutos, Jamie Farndale abrió el marcador en el rincón izquierdo.
Glenn Bryce explotó su punta de velocidad para marcar distancias antes del descanso y los españoles no encontraron fuerzas en la segunda mitad más que para maquillar mediante Álex Alonso un tanteo que Scott Riddell, Darcy Graham y, de nuevo, Bryce habían asegurado para Escocia.