Gales busca hacer historia ante una Sudáfrica que quiere su tercer mundial
Tokio, 26 oct (EFE).- Las selecciones de Gales y Sudáfrica se enfrentarán este domingo en Yokohama (sur de Tokio) en busca de una plaza en la final del mundial de rugby de Japón, en un partido que se presenta muy igualado pese a la ventaja histórica de los Springboks.,Los galeses ocupan el tercer puesto en el ránking mundial y aspiran a lograr su primer pase a una final del torneo, mientras que los sudafricanos son cuartos y de llegar a la final pelearían por su tercera copa tras las que alzaron
Tokio, 26 oct .- Las selecciones de Gales y Sudáfrica se enfrentarán este domingo en Yokohama (sur de Tokio) en busca de una plaza en la final del mundial de rugby de Japón, en un partido que se presenta muy igualado pese a la ventaja histórica de los Springboks.
Los galeses ocupan el tercer puesto en el ránking mundial y aspiran a lograr su primer pase a una final del torneo, mientras que los sudafricanos son cuartos y de llegar a la final pelearían por su tercera copa tras las que alzaron en 1995 y 2007.
El vencedor del duelo que se jugará el domingo en Yokohama se las verá con Nueva Zelanda o Inglaterra, que se enfrentarán este sábado en la otra semifinal en la misma ciudad nipona.
El seleccionador de Sudáfrica, Rassie Erasmus, afirmó que "no hay favorito claro" y añadió que su equipo "ha estado bajo presión durante los últimos años para redimirse" y dejar atrás una trayectoria descendente en la que llegaron a caer al séptimo puesto del ránking.
"Al principio queríamos volver a ganarnos el respeto y lograr que la gente creyera en nosotros. Ahora ya estamos en esa fase en la que queremos ser número uno mundiales de nuevo", dijo Erasmus en una rueda de prensa en Tokio previa al partido.
Gales y Sudáfrica ya se vieron las caras en los dos mundiales anteriores en la fase de grupos de 2011 y en los cuartos de final de 2015, con sendas victorias para los Springboks.
No obstante, los Dragones Rojos han ganado los últimos cuatro encuentros disputados desde entonces contra los Springboks.
Así lo destacó el seleccionador de Gales, Warren Gatland, quien comentó que a su equipo "no se le puede considerar perdedor de antemano de la semifinal si se tiene en cuenta su buen registro contra Sudáfrica en los últimos cuatro o cinco años".
Esos resultados "hablan por sí solos", señaló el técnico en una rueda de prensa celebrada el viernes en Tokio, en la que también aseguró que espera un partido "muy apretado, probablemente no demasiado vistoso y con mucho juego aéreo y batalla territorial".
Gales llega al choque tras vencer a Francia en los cuartos de final e imponerse en todos sus partidos de la fase de grupos, mientras que Sudáfrica batió en la ronda previa a Japón, el equipo anfitrión y revelación del torneo, y tras ganar tres partidos en la primera fase y caer ante Nueva Zelanda.
Ambos equipos tienen en sus filas a los dos mayores anotadores del torneo hasta ahora, Makazole Mapimpi de los Springboks y el galés Josh Adams, los dos con cinco ensayos y que estarán sobre el césped el domingo.
Los galeses presentan tres cambios en su alineación sobre el XV que batió a Francia por 20-19, el del zaguero Jonathan Davies por Owen Watkin, el 8 Ross Moriarty por el lesionado Josh Navidi y el centro Leigh Halfpenny por Liam Williams, uno de los mejores defensores galeses y que se queda fuera por un golpe en un tobillo.
El equipo sudafricano pierde asimismo a uno de sus principales referentes para anotar y patear, el ala Cheslin Kolbe que se lesionó en el partido contra Japón y será sustituido por S'Busiso Nkosi, el único cambio respecto al partido anterior.
"La de Kolbe es una gran pérdida para nosotros", admitió el técnico de los Springboks, quien afirmó que el wing tiene "una agilidad y velocidad punta de las mejores del rugby mundial".
Esta semifinal supone la quinta alcanzada por los Springboks en un mundial; de las anteriores ganó dos y perdió otras dos.
Gales, por su parte, ha jugado antes dos semifinales con sendas derrotas. De ganar el domingo, los Dragones Rojos habrán logrado su mejor actuación en un mundial, tras obtener la tercera plaza en la edición de 1987 y la cuarta en 2011.