Marta Garrido: "Mi esfuerzo de tantos años se ha visto reflejado en título"

La regatista onubense Marta Garrido, campeona del mundo de la clase 420 junto a la granadina María Jesús Dávila, ha manifestado que todo su "esfuerzo y el trabajo de tantos años se ha visto reflejado en este título", logrado el pasado fin de semana en Japón.Garrido, de 19 años, ha declarado a Efe que lo conseguido es "lo máximo" que le "puede ocurrir" y se ha mostrado feliz porque "por fin" ha "llegado hasta aquí", lo que agradece a su familia y entrenadores, pues "una mayoría de esto es suyo".
"No puedo explicarlo. Estoy contentísima, pero a grandes niveles", ha expresado por cómo se siente la onubense, que ha indicado que "te imaginas ser campeona pero nunca sabes que es así".
"Iba optimista, pensando que algo podría hacer, pero no tanto. Hasta que no me vi ahí no pensé que de verdad podía ganar. Hasta el último día no sabíamos que podíamos ganar y nos lo creíamos. De hecho ahora mismo aún no me lo creo, la verdad", ha destacado la deportista del onubense Real Club Marítimo y Tenis de Punta Umbría.
"Lo más difícil ha sido la presión y los nervios de cada regata. Ves que todo el mundo va a por todas y nadie comete ningún error y he pasado momentos regulares", ha relatado Garrido, que también ha rememorado la "gran satisfacción" de haber ganado dos regatas consecutivas en la antepenúltima jornada.
Sobre el entendimiento con su compañera, la granadina María Jesús Dávila, del club El Candado de Málaga, ha explicado que la conoce "desde hace tiempo, pero navegar con ella en el mismo barco desde hace menos de un mes".
"La verdad que nos hemos compenetrado 'superbien'. Todo lo que yo tengo le faltaba a ella y todo lo que me faltaba a mí lo tenía ella y la verdad es que ha ido fenomenal", ha asegurado.
Garrido ha comentado que se inició en el mundo de la vela por su padre y que ella y sus hermanos navegan desde pequeños. En su caso a los siete años ya estaba subida a un barco.
Del recibimiento que le han tributado los suyos ha señalado que "la alegría que ya tenía se ha multiplicado con todos los que tenían allí", al ver a familiares, amigos y miembros de su club.
Acerca de qué hará a partir de ahora ha comentado que no lo sabe porque el 420 es un barco que le "gusta mucho".
"Aunque no sea olímpico disfruto mucho navegando en él", ha indicado la regatista andaluz, quien ha añadido que el paso natural sería a la clase 470, que sí es olímpica.